Donald Trump, presidente de Estados Unidos, rodeado de dirigentes empresariales y funcionarios de su administración, en el momento de firmar un memorando sobre aranceles a la propiedad intelectual sobre los productos chinos de alta tecnología, Washington, 22 de marzo del 2018. [Foto: agencias]
Por Gregory Daco
Washington, 09/04/2018 (El Pueblo en Línea) - La guerra de mensajes entre los Estados Unidos y China ha aumentado rápidamente en los últimos días. El jueves, el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, subió el listón en la batalla comercial con China, sugeriendo aplicar nuevos aranceles que rondan los 100 mil millones de dólares por concepto de bienes chinos importados, muy por encima de los 50 mil millones de dólares anunciados el pasado martes.
Acumulativamente, los 150 mil millones de dólares en aranceles representan el 30 por ciento del total de las importaciones procedentes de China, y aproximadamente el 5 por ciento del total de las importaciones que realiza EE.UU. Mientras que los 50 mil millones en aranceles sugeridos por los chinos representan casi el 40 por ciento del total de las exportaciones de Estados Unidos a China.
Si China responde a estos 150 mil millones de dólares en aranceles, la pérdida acumulada del PIB del período 2018-19 podría alcanzar el 0,3 por ciento para cada economía. Además, potencialmente Estados Unidos podría perder más de 300.000 empleos. A pesar de todo, las amenazas de establecer aranceles serán objeto de negociación, y por lo tanto, no debe ser consideradas como algo definitivo.
¿Dónde está el botón "restablecer" para usarlo cuando sea necesario?
La escalada en las tensiones comerciales representa un creciente riesgo para nuestra base de previsión global debido a que la administración estadounidense parece decidida a reducir el déficit comercial estadounidense y frenar las ambiciones estratégicas que China declaró en su plan "Made in China" 2025. Con las estadísticas del comercio exterior de Estados Unidos de febrero evidenciando un creciente déficit comercial, el mayor desde 2008 y un déficit acumulado vis-à-vis con China en aumento y acumulando 65,2 mil millones en lo que va de año -casi 11 mil millones de dólares más que en el mismo periodo del año anterior- nosotros (en Oxford Economics) tememos que en las próximas semanas las tensiones comerciales aumentarán más aún.
En este contexto, vemos dos posibles caminos. El primero, se vislumbra similar a la saga en el conflicto de aranceles del aluminio y el acero. En ese escenario, seremos testigos de una progresiva distensión de las tensiones actuales, una vez que las partes hayan renegociado los términos comerciales. En esta caso, los aranceles finales representarán sólo una pequeña fracción de las proyecciones iniciales. El segundo camino presupone dejarse llevar en una pendiente resbaladiza hacia una guerra comercial. De hecho, la reciente remodelación ministerial de los EE.UU. indica que existe un círculo de asesores presidenciales que se adhieren estrechamente a la opinión de Trump, factor que aumenta los riesgos de una guerra comercial.
¿Cuánto daño podría provocar un conflicto comercial?
Los probables aranceles a las importaciones procedentes de China podría acumular 150 mil millones de dólares. Esta cifra representa aproximadamente el 30 por ciento del total de las exportaciones chinas a Estados Unidos. Pero dado que las tarifas estarán sujetas a negociación durante un plazo de 60 días –proceso que incluye escuchar comentarios públicos hasta el 11 de mayo y una audiencia pública el 15 de mayo, una guerra comercial podría evitarse. Pero si el conflicto estalla, tendrá un notable efecto sobre los acuerdos bilaterales China-Estados Unidos y sobre el comercio mundial.
Los Estados Unidos y China sufrirían una significativa desaceleración del crecimiento del PIB real -una pérdida acumulada de cerca de 1,0 punto porcentual y la economía mundial crecería un 2.5 por ciento en 2019 frente al 3,0 por ciento establecido en la línea base.
China puede verse tentado a responder de otra forma. Pero debido a que "solamente" importó un total de 131 mil millones de mercancías procedentes de los Estados Unidos en 2017, podría limitar sus opciones de represalias directas. No obstante, China puede tomar represalias a través de otros canales, incluida la venta de Bonos del Tesoro de EE.UU., o la alteración de las cadenas de suministro que son esenciales para las empresas estadounidenses.
Asimismo, China ha apelado a la Organización Mundial del Comercio a partir de la propuesta inicial estadounidense de 50 mil millones de dólares en aranceles, mientras que la zona euro y Japón se unen a EE.UU contra el presunto robo chino de la propiedad intelectual. Aunque sabemos que el proceso de arbitraje de la OMC es largo y se mide en meses, es alentador ver que el organismo internacional está siendo utilizado como un medio de comunicación entre las distintas partes, en aras de solucionar controversias comerciales. Esto representa un rayo de esperanza.
El autor es director de la división que investiga la economía estadounidense en Oxford Economics.
(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)