VILNA, 10 abr (Xinhua) -- El comisionado lituano de la Unión Europea (UE) de Salud y Seguridad Alimentaria, Vytenis Andriukaitis, exhortó hoy a abordar el desperdicio de alimentos en Europa y destacó las consecuencias económicas del problema.
Andriukaitis dijo estar escandalizado por las estadísticas sobre desperdicio de alimentos en la UE. El comisionado dijo que cada año se desperdician en Europa 88 millones de toneladas, lo cual tiene un costo anual de cerca de 143.000 millones de euros (176.600 millones de euros).
"Yo crecí en un gulag, en donde recibíamos comida una vez cada cierto número de semanas y estoy escandalizado por esta vida de consumo excesivo. Nosotros nunca hemos desechado nada", dijo Andriukaitis, de 66 años de edad, en un discurso en una conferencia internacional sobre desperdicio de alimentos en Vilna, la capital de Lituania.
El desperdicio alimentario anual per cápita es de 173 kilos, dijo.
"Yo peso 81 kilos. Esto significa que se desperdicia el equivalente a dos veces mi peso", dijo Andriukaitis.
El comisionado recordó que la UE tiene el objetivo de reducir a la mitad el desperdicio per cápita de alimentos para el 2030. También exhortó al gobierno lituano a aprobar para el 2019 un programa nacional para evitar el desperdicio de alimentos.
Para alcanzar el objetivo de la UE se requieren acciones en todos los niveles de la cadena de abastecimiento alimentario, dijo.
Andriukaitis destacó que la mayor parte del desperdicio de alimentos, cerca de 40 por ciento, se genera en los hogares. También criticó a agricultores y productores por desperdiciar alimentos por razones estéticas.
"Resulta especialmente doloroso ver que una parte sustancial de la producción agrícola es desechada porque las zanahorias tienen protuberancias o porque las papas son muy pequeñas. ¿Por qué no se las dan a las escuelas o a las organizaciones de beneficencia?" preguntó.
El comisionado dijo que la UE ha preparado una guía y una metodología para que los países miembros aborden el desperdicio de alimentos y alcancen el objetivo de reducir este desperdicio a la mitad para el 2030.
De acuerdo con Andriukaitis, los países de la UE tendrán que medir el desperdicio de alimentos e implementar legislación para la donación de alimentos, entre otras cosas.