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Lollapalooza Chile cierra su versión 2018 con asistencia histórica y presentaciones inolvidables

Por Cristóbal Chávez Bravo

SANTIAGO, 19 mar (Xinhua) -- El festival Lollapalooza Chile terminó este domingo, tras tres días de celebración, con presentaciones inolvidables y más de 240 mil asistentes, una cifra histórica según la organización.

Más de cien artistas engalanaron los escenarios del parque O' Higgins, una explanada verde que se levanta en el centro de Santiago, y que tuvo como su plato de cierre a la banda estadounidense The Killers, quienes tras un poco más de una hora y media de música, lograron dejar una huella inolvidable en la capital sudamericana.

Los liderados por Brandon Flowers mantuvieron en alto el ánimo y fueron los encargados de poner término a la fiesta, tras los largos tres días de música en el Lollapalooza Chile.

Con un repertorio que invitó a rockear, pero también a divertirse, The Killers se paseó por una trayectoria que está cercana a las dos décadas y que tiene como himno generacional a "Mr. Brightside", canción con la que cerraron el encuentro al son de fuegos de artificio que se lanzaron.

Flowers aprovechó el encuentro para cantar "Wonderwall", una canción de los británicos Oasis, que tuvieron como representante en el Lollapalooza Chile 2018 a uno de sus integrantes, Liam Gallagher.

El menor de los hermanos Gallagher pasará a la historia de este festival por haber interpretado un puñado de canciones para después abandonar el escenario.

Liam Gallagher se ofuscó tras reclamar por el mal sonido y, después de advertir que esto generaría un daño en su voz, abandonó el lugar repentinamente frente a las más de 40 mil personas que miraban impávidos y que, en muchos casos, esperaron durante todo el día para ver a su ídolo.

Quienes sí concluyeron sus presentaciones de la jornada de domingo fueron la cantante neoyorquina Lana del Rey y el guitarrista y vocalista canadiense Mac Demarco.

La primera montó un escenario adornado con plantas, un piano y muchos accesorios que acompañaron las canciones "Video games", "Born to die" y "Off to the Races".

La también actriz no se incomodó frente a la presencia del multitudinario público que intentó tocarla y tomarle una foto cada vez que la cantante se paseó entre los asistentes.

En tanto, el canadiense Mac Demarco, cuando el calor azotaba Santiago, repasó sus melodías más pegajosas como "Ode to viceroy", "Freaking out the neighborhood" y "Chamber of reflection".

Demarco jugó cada vez que pudo con el público y al final de su show intercambió roles con el baterista de la banda Joe McMurra, quien cantó "High and dry" de Oasis y "Under the bridge" de Red Hot Chili Peppers.

La versión 2018 del Lollapalooza Chile, que por primera vez sumó un tercer día y montó siete escenarios, pasará a la historia por los más de cien artistas que sostuvieron las 72 horas de música.

La celebración también tuvo caídas, por las modificaciones en los horarios en segundo y tercer día, y hasta la suspensión de algunos artistas, por los retrasos en los envíos de equipos desde Argentina, país donde también se celebró este festival de manera paralela.

Aunque en Chile estos incidentes no mermaron el encuentro, en Argentina se tuvo que suspender el tercer día de Lollapalooza por severas tormentas que azotaron al país que mira al Atlántico.

En el país austral, la fiesta se inició el viernes pasado, con las presentaciones de los estadounidenses Pearl Jam, quienes sacaron a relucir su vasta trayectoria con una batería de clásicos y una simbiosis permanente con el público.

Mientras que el sábado, día que congregó a la mayor cantidad de asistentes, los californianos Red Hot Chili Peppers coronaron la segunda jornada, con un repertorio que se cargó a su discografía de principios de 2000.

El festival Lollapalooza nació en 1991 en Estados Unidos como una idea del líder de la banda Jane's Addiction, Perry Farrell, para mostrar la música alternativa.

Chile fue el primer país en recibir este evento, que actualmente también se celebra en Francia, Argentina, Brasil y Alemania.

La exitosa versión chilena del Lollapalooza, que acaba de finalizar, alza al país como una plaza segura de los circuitos de festivales en todo el mundo y la prepara la novena versión para el próximo 2019.