LA HABANA, 31 ene (Xinhua) -- El gobierno cubano presentó este miércoles una "enérgica protesta" en la embajada de Estados Unidos en La Habana con motivo del reciente anuncio de Washington sobre la creación de un grupo de trabajo para promover el "libre flujo de información en Cuba".
Una nota del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) de Cuba expresa la pretensión del gobierno estadounidense de "violar de modo flagrante la soberanía cubana, en lo que respecta a la competencia nacional para regular los flujos de información y el uso de los medios de difusión masiva".
El Departamento de Estado norteamericano anunció el pasado 23 de enero la formación de una "Fuerza de Tarea en Internet", equipo conformado por funcionarios gubernamentales y no gubernamentales para promover en Cuba el "flujo libre y no regulado de la información".
Esta Fuerza de Tarea, según el anuncio, examinará además "los retos tecnológicos y las oportunidades para expandir el acceso a Internet y los medios de difusión independientes" en la nación caribeña.
El Minrex rechazó en su comunicado el intento de manipular Internet para llevar a cabo programas ilegales con fines políticos y de subversión, como parte de sus acciones destinadas a alterar o cambiar el orden constitucional de la mayor de las Antillas.
Demandó de nuevo a Washington que cese sus acciones "subversivas, injerencistas e ilegales" contra la ínsula, que "atentan contra la estabilidad y el orden constitucional cubano" .
Instó, igualmente, a la Casa Blanca a respetar la soberanía cubana, el Derecho Internacional y los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.
La cancillería cubana reiteró, asimismo, la determinación a "no tolerar" ningún tipo de actividad subversiva ni de intromisión en sus asuntos internos y, como país soberano, a "continuar defendiéndose y denunciando la naturaleza injerencista de este tipo de acciones".
Hace una semana, el diario oficial "Granma", órgano del Partido Comunista de Cuba, fustigó la decisión de Washington y afirmó que "está, desde un inicio, condenada al fracaso".
Cuba y EE.UU. restablecieron relaciones diplomáticas en 2015, después de más de medio siglo de hostilidad, y avanzaban hacia la normalización de sus nexos, pero el presidente norteamericano Donald Trump, que asumió el cargo en enero de 2017, dio marcha atrás a la política de deshielo desarrollada por su predecesor Barack Obama.
A mediados del pasado año, Trump emitió una serie de sanciones contra la mayor de las Antillas que incluyen trabas comerciales y a los viajes de los estadounidenses a la ínsula