BEIJING, 18 sep (Xinhua) -- Por allá por la década del 1990, Long Youfu tenía un trabajo simplemente horrible: arrastrarse por hornos ardientes puliendo baldosas de cerámica.
Hoy en día, su labor se limita a supervisar un sistema automático de carga y descarga y presionar algunos botones de una máquina pulidora.
Long trabaja para el grupo Guangdong Wonderful Ceramics, en la ciudad meridional china de Dongguan, que suministra una quinta parte de los teléfonos inteligentes del mundo y una décima parte de sus zapatos. A menudo se le llama "la fábrica del mundo".
Para 2016, el salario anual promedio en Dongguan casi se había duplicado frente a cinco años atrás a 46.000 yuanes (7.100 dólares).
A medida que el crecimiento se ralentizaba, la demanda disminuyó, y los días en los que la mano de obra era barata llegaron a su fin, por lo que los negocios de la ciudad tuvieron que recurrir a la transformación para sobrevivir. Algunas industrias tradicionales todavía dependen de la labor intensiva, y si no cambian su forma de operar, podrían desaparecer.
En su peor año, la empresa sufrió pérdidas por 13,3 millones de yuanes, pero se esforzó por abrir mercados en el extranjero, y recurrió a la tecnología para reducir costos y aumentar la productividad.
"Hemos invertido cerca de 400 millones de yuanes en tecnología y reducido el número de trabajadores en cada línea de producción de 100 a 40", dice He Jiye, un ejecutivo de alto rango de la compañía.
"Gracias a esto, nuestra producción diaria per cápita ha aumentado más de 20 veces", agrega.
En 2016, la compañía obtuvo ganancias por 240 millones de yuanes, un 27,8 por ciento de aumento, con clientes en más de 60 países y regiones. El año pasado la firma invirtió 172 millones de dólares en una fábrica en Tennessee, donde una automatización aún mayor ha reducido a 20 el número de trabajadores por línea de producción.
A lo largo de los últimos tres años, Dongguan ha aportado a la industria manufacturera una cantidad aproximada de al menos 200 millones de yuanes cada año, para impulsar su modernización tecnológica.
Todavía hay algunas fábricas donde se puede ver a miles de trabajadores sentados en largas líneas encorvados junto a máquinas de coser o insertando componentes en ranuras en placas de circuitos impresos, pero ese modelo está siendo reemplazado por líneas de producción parcialmente automatizadas, con empleados de carne y hueso ubicados solo en puntos clave del proceso.
A más de 1.500 kilómetros de Dongguan, en la ciudad de Yancheng de la provincia de Jiangsu (este), una transformación similar está en curso.
En un taller de la compañía Sunway Precision Forging, cientos de robots forjan piezas de aleación a altas temperaturas mientras los trabajadores operan computadores y supervisan a los robots.
La compañía, que antes producía piezas de bicicletas para los principales fabricantes nacionales, ahora suministra componentes de precisón para automóviles.
"Decidimos transformar la empresa en el año 2000 e incrementamos la inversión en investigación y desarrollo", comenta el gerente general, Dai Jingmin.
Desde 2015, la empresa ha gastado más de 200 millones de yuanes, un tercio de su producción, en mejoras tecnológicas, la precisión de sus productos y la seguridad laboral.
A nivel nacional, los antiguos motores de crecimiento ya no son capaces de propulsar la economía, y por eso el país se está esforzando por transformarla hacia un modelo que se alimente del consumo, la innovación y los servicios.
Los beneficios de la transformación están comenzando a aliviar los dolores. Aunque la tasa de crecimiento cayó en 2016 a su punto más bajo en 26 años, ahora es más estable y quizás también más sostenible.
De la impresión en tercera dimensión a la ingeniería genética, de los drones a la inteligencia artificial, las empresas chinas están liderando al mundo en la remodelación del panorama tecnológico y mercantil.
La economía está en el camino correcto de desarrollo, a pesar de la presión a la baja, afirma Zhang Junwei, economista del Centro de Investigación para el Desarrollo del Consejo de Estado, el gabinete de China.