La presidenta del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil, Cármen Lúcia, dijo hoy, en discurso con motivo de la conclusión de su primer semestre de trabajo, que "el clamor de justicia que hoy se escucha en cada esquina del país se tendrá en cuenta en cualquier decisión del Tribunal Supremo".
La magistrada aludió de esta forma al descontento generado por algunas medidas judiciales que supuestamente favorecieron a dirigentes políticos acusados de corrupción y, según dijo la funcionaria, la justicia brasileña atenderá la demanda de la sociedad.
El STF entrará en receso hasta el 31 de julio, período en el cual Lúcia continuará en servicio, en virtud de las numerosas causas que tramitan en la Corte y para tratar temas que sean considerados urgentes.
"No vamos a estar ausentes a los que esperan medidas estrictas para mantener su esperanza de justicia. No vamos a ser avaros en nuestra acción para asegurar la eficacia de la justicia", dijo.
Las declaraciones de Cármen Lúcia fueron hechas en el mismo día en que el STF, a través del juez Marco Aurelio Mello, determinó que el senador Aécio Neves del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB), investigado en siete causas, pueda retomar su banca en el Senado.
Durante su discurso, Cármen Lúcia también dijo que los ministros han tenido siempre la función de "garantizar el cumplimiento de la ley igual para todos".
La jueza agradeció a los demás miembros de la Corte por "haberme ayudado tanto en un medio tan difícil para mí".
Esta semana, el STF recibió una denuncia del procurador general, Rodrigo Janot, en contra el presidente Michel Temer, acusado de corrupción, con lo que se convirtió en el primer jefe de Estado de Brasil en ser denunciado en el ejercicio de su mandato.
De acuerdo a lo que establece la legislación, la denuncia fue enviada a la Cámara de Diputados, que deberá definir si autoriza o no el proceso.