El segundo lago más grande de México se pierde en un desierto de sal |
Fuente:agencias
México,20/04/2017(El Pueblo en Línea)-Partido a la mitad por dos grandes autopistas, el enorme mar interior que era el lago de Cuitzeo (400 kilómetros cuadrados) parece hoy un espejo roto del cielo: la mitad de su cuerpo acuoso se encuentra seco, casi como un desierto, destaca RT.
Hace apenas 20 años, esta popular región era visitada por miles de personas que venían a disfrutar de sus aguas. Ahora se levantan allí frecuentes tolvaneras (tormentas de arena) y un desierto de sal. Al ir de la Ciudad de México rumbo al estado de Michoacán ya no se aparece el imponente lago ni se ven las barcas de otros tiempos. Si uno baja en autopista del estado de Guanajuato hacia la capital michoacana de Morelia, puede apreciar cómo fue cortado por la mitad por la propia carretera.
Después de la desecación de los diversos lagos que componían la Cuenca de México, un proceso que duró siglos y que todavía se encuentra en sus últimas etapas, la región de las lagunas compuesta por Cuitzeo, Zacapu, Pátzcuaro y Zirahuén quedaron como el último ejemplo en el centro de México de lo que fue en origen este país y de su íntima relación con el agua.
La región lacustre purépechaAldabi Olvera
Y es que la muerte de estas lagunas, tan centenaria como la colonización española en la Cuenca de México, pero muy reciente en las lagunas de Michoacán, pone en vilo a toda una forma de vida, heredera de las grandes civilizaciones mexica y purépecha que se asentaron en la región.
Sus descendientes, los actuales habitantes purépecha, que se dedican primordialmente a la pesca, se enfrentan a un fuerte problema de contaminación y de pérdida de diversidad natural en la región, lo que conlleva la destrucción de sus fuentes de trabajo.
De acuerdo con un reportaje del diario 'La Jornada' de 2010, para aquel año había 1500 pescadores afectados por la progresiva muerte del lago.
En 2010, cada pescador sacaba, como máximo, 20 kilogramos de pescado al día. En 12 años, la laguna había perdido 84 millones de metros cúbicos, afectando a cuatro municipios donde el 90% de la población vive de la pesca.
Además de todo esto, los habitantes de pueblos ribereños como Huandacareo, Capacho o Copándaro están experimentando en los últimos años un aumento de problemas gastrointestinales y en las vías respiratorias debido a la contaminación.
Las autoridades sostienen que el cambio en la laguna se debe a efectos naturales. Sin embargo, el diario local 'Cambio de Michoacán', lo atribuye al moderno embalse que se construyó a su lado.
De acuerdo con la publicación, la utilización de pozos profundos para sacar agua podría estar afectando negativamente a lo que queda del acuífero. El artículo cita al doctor en Ciencias Biológicas Alberto Gómez-Tagle, quien estima que el tiempo de vida que le queda al lago es de 8 a 15 años.
Sin embargo, hay otro factor fundamental que está ayudando a acabar con este ecosistema. El espejo del cielo que era Cuitzeo fue dividido por la autopistas México-Guadalajara y la de Morelia-Salamanca. Con su construcción, surgieron allí dos ambientes: uno seco y otro húmedo, que en los primeros meses del año generan tolvaneras en la zona.
Cada una tiene doble carriles con calzadas separadas. De acuerdo con 'Cambio de Michoacán', por cada 200 metros de carretera desapareció una hectárea del lago.
Los noticieros de 'Televisa' entrevistaron recientemente a una investigadora de la Facultad de Ciencias y la Facultad de Biología de la Universidad Michoacana, quien dice que si bien hay un desequilibrio natural entre las precipitaciones en el lago y la evaporación, la presencia de las dos autopistas ha hecho que este proceso se acelere. La parte del vaso oeste ya está totalmente seca y se ha quedado sin peces, lo que ha cambiado totalmente el equilibrio ecológico de la laguna.