SAN JOSE, 19 abr (Xinhua) -- El Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) anunció hoy que finalizó una investigación para identificar los posibles escenarios de afectación volcánica para los más de 2.290 kilómetros, 5.090 torres de transmisión y 60 subestaciones de su sistema de transmisión eléctrica en el país centroamericano.
La investigación fue desarrollada por el Area de Amenazas y Auscultación Sismológica y Volcánica del ICE, y contempló a los macizos: Rincón de la Vieja, Miravalles, Tenorio, Arenal, Barva, Poás, Hule, Río Cuarto, Irazú, Turrialba y Barú (de Panamá).
Precisamente, el estudio se desarrolló en el contexto de la creciente actividad de los colosos Turrialba y Poás, que han experimentado intensas erupciones de gases y cenizas en los últimos meses.
Estas erupciones han oscilado entre los 500 y los 4.000 metros de altura, y han generado fuertes caídas de cenizas, así como una serie de expulsiones de gases, piedras y demás materiales volcánicos.
En total, el Instituto detalló que el trabajo se trató de "una revisión documental", mediante la que se concluyeron proyecciones que ahora serán utilizadas por la sección de Negocio de Transmisión del ICE para la planificar la atención de emergencia en el futuro.
Al respecto, el vulcanólogo del equipo investigador, Guillermo Alvarado, destacó que "en los casos más críticos se podría interrumpir los servicios por un tiempo considerable", por lo que es necesario que el país esté preparado para mitigar los efectos que perjudicarían seriamente a los usuarios, al turismo y a la producción industrial.
Al respecto, el director de Negocio de Transmisión del ICE, Manuel Balmaceda, explicó que el estudio representa "un importante aporte" para la institución estatal, principalmente porque posibilitará contemplar "medidas preventivas tanto en las líneas como en las subestaciones que podrían verse afectadas".
Agregó que la investigación servirá para alentar "acciones" concretas, entre las que destacó que "ya se realiza un monitoreo constante de la infraestructura".
Esto responde a la preoucpación señalada por el vulcanólogo Alvarado, quien explicó que "las emanaciones de cenizas y la lluvia ácida pueden generar los efectos más significativos sobre el sistema eléctrico, debido a que su composición genera corrosión y arcos eléctricos".
Por último, el ICE destacó que los volcanes que presentan una mayor amenaza para el sistema eléctrico costarricense son el Rincón de la Vieja, el Arenal, el Poás, el Irazú y el Turrialba, puesto que todos se encuentran activos y han producido importantes eventos en las últimas décadas.
Sobre los factores que podrían afectar las conexiones eléctricas, el estudio señaló peligros como la caída de ceniza y la lluvia ácida, así como los lanzamientos de bloques balísticos, la generación de lahares (deslizamientos por sedimentación), las coladas de lava y los flujos piroclásticos (compuestos por gases y materiales sólidos de procedencia volcánica).