Por Bai Long, Diario del Pueblo
Hangzhou,01/09/2016 (El Pueblo en Línea) - Entre los numerosos temas de la Cumbre del G20 en Hangzhou que tendrá en los próximos días, la gobernanza es el que necesita lograr un gran avance. Con la inclusión de "interconexión" en las cuatro palabras clave del tema, la cumbre tiene como objetivo proporcionar propuestas viables para la gobernanza global.
El papel de China en el G20, ya que el sistema de gobierno económico global más representativo, es más importante ahora que nunca. Algunos occidentales admitieron que cuando se invitó a las economías para asistir a la primera Cumbre del G20 en 2008, incluyendo a China, los países occidentales trataron al resto como invitados “de repuesto”.
Pero las cosas son diferentes ahora. Con el ascenso de los países emergentes y los cambios en los paisajes políticos y económicos internacionales, especialmente en medio de la desaceleración del comercio mundial, la inversión y el crecimiento económico, China se está transformando de un país participante en uno de los líderes.
Desde la iniciativa "Un Cinturón – Una Ruta" hasta el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura y el Fondo de la Ruta de la Seda, China se ha implicado profundamente en la gestión económica mundial en los últimos años. Ahora el mundo está a la espera de que China continúe desempeñando su función de motor y construya un orden político y económico mundial más justo y razonable.
"La cumbre china bien podría ser el renacimiento de no sólo del G20, sino el renacimiento de la cooperación real", dijo el ex primer ministro de Canadá, Paul Martin, también conocido como el "padre del G20", hablando de la Cumbre de Hangzhou en octubre del año pasado.
Muchas figuras internacionales han dado cuenta de la importancia del G20 de frenar la regresión de la globalización. Con un ámbito más allá de los Estados soberanos, la globalización puso fin a la era del desarrollo de las pequeñas alianzas. Una serie de desafíos en el mundo de hoy en día requieren esfuerzos conjuntos.
En la actualidad, la economía mundial es un dolor de cabeza por la falta de apoyo de las industrias emergentes y el insuficiente impulso. Estos defectos fueron causados por enfermedades como la ausencia de un sistema coordinado y justo, así como de planes a largo plazo bajo el fondo de la globalización.
El mecanismo de coordinación centrado en occidente ya no es aplicable a la actual tendencia a la multipolarización, por lo que la comunidad internacional hace un llamamiento a China para que contribuya a más gobernanzas globales como gran país responsable que es.
Para lograr el objetivo de desarrollo global, China ha puesto el máximo énfasis en los países en vías de desarrollo en la historia del G20, invitando a los presidentes de la ASEAN, la Unión Africana, la Nueva Alianza para el Desarrollo de África y el G77 a la Cumbre de Hangzhou.
Mientras tanto, el grupo de trabajo también redactó un código de conducta basado en la experiencia anterior, mostrando además la aspiración del G20 en la creación de normas más justas y razonables.
Todas las partes deben realizar esfuerzos coordinados de acuerdo con sus condiciones nacionales para construir un nuevo modelo de relaciones internacionales con la cooperación del beneficio mutuo como núcleo y hacer realidad una gobernanza global más justa y eficaz. En este sentido, China ha asumido su debida responsabilidad como país importante.
En el año 2015, aunque el comercio mundial fue testigo de un crecimiento negativo de dos dígitos, la participación de China en el comercio mundial aumentó del 12,2% hasta el 13,8%. Por otra parte, dedicada a sacar a millones de residentes rurales de la pobreza, China continuó sus esfuerzos por ayudar a los países en vías de desarrollo a aplicar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible mediante la creación de un fondo de ayuda para la Cooperación Sur-Sur y aumentando su inversión en los países menos desarrollados.
El mundo de hoy se ha convertido en una comunidad interdependiente de destino común para la humanidad. Sólo la coordinación interconectada puede conducir al buen desarrollo del mundo. Si la comunidad mundial utiliza la Cumbre de Hangzhou como oportunidad de absorber por completo las "propuestas chinas", el G20 mejorará sin duda aún más su estructura de gobierno y fortalecerá su capacidad de gestión a largo plazo con el fin de construir un verdadero sistema de gobernanza global y dinámica.