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El arte de Spencer Tunick une a exguerrilleros, expolicías y víctimas de la guerra en Colombia

Actualizado a las 28/08/2016 - 14:13
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Organizadores de la reciente instalación del fotógrafo neoyorkino Spencer Tunick en Bogotá, en la que participaron más de 6.000 colombianos desnudos, lanzaron un corto-documental que refleja el sentir del pueblo colombiano cansado de violencia.

El trabajo fue lanzado en medio de la alegría que vive Colombia estos días por la firma del acuerdo de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

En la producción fílmica llamada "Keep Walking Colombia", dirigida por el cineasta holandés Sam de Jong, se recrean los momentos en los que los miles de colombianos llegaron a la Plaza de Bolívar y se quitaron la ropa para decir que, sin importar diferencias, todos apostaban por el progreso.

Además, cuenta las historias de colombianos que hicieron la guerra en bandos contrarios y que participaron en la instalación de Tunick para llevar un mensaje de reconciliación a un país que por más de cinco décadas padeció la violencia que dejó alrededor de 8 millones de víctimas.

Dos participantes son el expolicía, Wilson Barreto, quien quedó ciego tras un ataque de las FARC cuando tenía 19 años y el exguerrillero, Luis Barón, comandante responsable del ataque en el que Barreto perdió su vista y que dejó saldo de 10 policías, 2 civiles muertos y 9 heridos.

Barreto y Barón quienes se conocieron años y se hicieron grandes amigos, venciendo la desconfianza y apostaron al perdón y al progreso, contaron a Xinhua su experiencia en el evento cultural en el que se desnudaron el pasado 5 de junio junto a miles de colombiano.

"La paz se puede conseguir de una u otra forma, lo importante es no quedarse ahí quieto sino salir a buscarla (...) yo creo que es mostrarle al país y al mundo que todos bajo la ropa somos iguales, que si nos unimos, la unión hace la fuerza", dijo Barreto a Xinhua.

El expolicía continuó en la misma tónica. "Así como ese día nos unimos más de 6.000 colombianos, nos desnudamos y le demostramos al país que si podemos ser compatriotas unidos, así podemos lograr lo que queramos y yo creo que es ese el mensaje", reflexionó.

Después del ataque, Barreto se trasladó a Bogotá y estudió derecho, alcanzó la especialidad en derecho laboral, y actualmente pertenece al cuerpo directivo de la Fraternidad de Policías Discapacitados (Frapon) en dónde ayuda a sus compañeros a pensar positivo para superar obstáculos.

"Encerrándonos en nuestro dolor no vamos a conseguir nada, yo los invito a que nos unamos, la paz no se consigue de un día al otro pero si se puede alcanzar (...) no importa si somos de derecha o de izquierda", finalizó el ex policía.

Por su parte, Luis Barón, quien ingresó voluntariamente a la guerrilla cuando tenía 13 años y se desmovilizó 11 años después, recordó que si bien el conflicto armado ha dejado millones de víctimas, también la violencia por intolerancia en las calles deja cada año cientos de muertes.

Para el excombatiente, toda guerra es inútil y cumple con la función de deshumanizar a las personas, según dice, ya llegó la hora de que Colombia se libere y le dé la oportunidad a la paz, al perdón, a la reconciliación y se olvide de odios heredados.

Uno de esos rencores es el que él sintió durante muchos años, luego de que miembros de un grupo paramilitar asesinaran a su padre, un comerciante de la comunidad de Sabaleta, Caquetá.

"La experiencia del desnudo fue interesante, ¿Cuál era el objetivo? Que nos quitemos la ropa para sentir que todos somos iguales, que todos queremos paz y no más guerra en Colombia. Que pensemos, ¿Tenemos otra generación para la guerra en Colombia? ¡No!", dijo tajante Barón.

Además, el exguerrillero confesó que desde que conoció a Barreto, años después del atentado que lo dejó ciego, sintió que tenía una responsabilidad con él y siempre está pendiente de cómo está.

Otros participantes fueron Pablo Emilio Moncayo, un exsoldado del Ejército Nacional quien hoy dirige una ONG en beneficio de los niños con bajos recursos luego de permanecer secuestrado por más de 12 años a manos las FARC y María Esperanza Sierra, exguerrillera FARC.

"Es abrir el corazón, es aceptarnos los unos a los otros como seres humanos, como lo que somos y de ahí arrancar a construir el país" dijo Sierra, hoy estudiante de psicología, durante la grabación que ya se difunde por las redes sociales.

El corto-documental pronto será compartido a través de otros formatos como las pantallas de los aviones en vuelos nacionales de Colombia.

También participó, Ederlidia Garizabo, una costurera que se encargaba de hacer uniformes para un grupo paramilitar y que hoy, después de estar presa, tiene una fábrica de confecciones en Bogotá que ofrece empleo a desmovilizados de diferentes grupos armados, a desplazados por la violencia y a madres cabeza de hogar.

Garizabo se desnudó para llamar la atención de quienes piensan que todos los exmiembros de las guerrillas o de los grupos paramilitares son malas personas y decirles que muchos de ellos resultaron involucrados en la guerra por circunstancias ajenas a su voluntad.

Pilar Navarrete quien perdió a su esposo, que era mesero del Palacio de Justicia, durante la toma por parte de las FARC en 1985, también participó como una forma de rendir homenaje a su esposo desaparecido y para recordar al país que hechos como ese no deberían repetirse.

Colombia es el país de Sudamérica en el que mayor número de personas han posado desnudas para Spencer Tunick de 49 años de edad y quien ha desarrollado su trabajo en países como Alemania, Australia, Reino Unido, Francia, Canadá, Irlanda, España, Estados Unidos, Chile, Venezuela y México.

El corto-documental con otras historias sobre el desnudo masivo de la instalación organizada en la capital colombiana por el Museo de Arte de Bogotá y Johnnie Walker, se encuentra disponible en la página web www.johnniewalker.com/es-co/keep-walking-colombia. 

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