China recordó hoy jueves a Estados Unidos que mantenga la relación bilateral integral y le instó a que se abstenga de interferir en los asuntos internos de China, tales como los relacionados con el Tíbet.
El presidente estadounidense, Barack Obama, celebró el miércoles una reunión a puerta cerrada con el XIV Dalai Lama en la Casa Blanca.
"Los asuntos del Tíbet son asuntos domésticos de China y ningún país extranjero tiene derecho a intervenir", destacó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino Lu Kang en la rueda de prensa diaria.
Lu apuntó que el XIV Dalai Lama no es una figura puramente religiosa, sino un exiliado político involucrado desde hace mucho tiempo en actividades separatistas contra China con el pretexto de la religión, y agregó que la esencia de su estrategia de "camino intermedio" es la "independencia del Tíbet".
La reunión va en contra del compromiso de Estados Unidos de reconocer que el Tíbet es una parte inseparable del territorio chino y de su oposición a la "independencia del Tíbet" y a las fuerzas separatistas, indicó el vocero.
Tal reunión constituye una interferencia en los asuntos internos de China y perjudica la confianza mutua y la cooperación entre China y Estados Unidos, aseguró Lu.
Según las informaciones sobre la reunión, Obama enfatizó su firme apoyo a la conservación de las singulares tradiciones religiosas, culturales y lingüísticas del Tíbet.
El pueblo chino está mejor calificado para hablar sobre la situación en el Tíbet, afirmó Lu, que añadió que la región ha experimentado logros extraordinarios en su desarrollo económico y social desde su liberación pacífica.
"Estos hechos no serán negados por nadie que no tenga prejuicios políticos", destacó el portavoz.
"Si se compara la situación religosa y cultural del Tíbet antes de su liberación pacífica con el desarrollo tras esta, cualquiera con una actitud objetiva llegará a la conclusión correcta", subrayó Lu.
La determinación del gobierno y el pueblo chinos de salvaguardar la soberanía y la unidad de la nación es inquebrantable, sostuvo Lu, que agregó que ningún intento de dañar la estabilidad y la unidad de China triunfará.