DAMASCO, 12 ene (Xinhua) -- Cuarenta mil personas están sufriendo por un sitio de seis meses impuesto por tropas del gobierno a la localidad siria de Madaya con el fin de eliminar a las tropas rebeldes.
La población es victimizada por ambas partes en conflicto.
Los rebeldes explotan la angustia humanitaria de los ciudadanos e incluso los utilizan como escudo mientras las tropas del gobierno atacan Madaya y bloquean la entrada y salida de personas y alimentos, con excepción de los camiones de ayuda que entraron el lunes a la localidad bajo supervisión de Naciones Unidas.
"Mis niños beben agua y comen sal para mantenerse vivos. Dejamos de soñar con sentirnos llenos después de una buena comida y ahora sólo intentamos mantener vivos a nuestros niños por cualquier medio", dijo con lágrimas en los ojos Ghiatha, madre de cinco en la localidad de Madaya.
Ghaitha es una maestra que gana alrededor de 100 dólares al mes y dijo a Xinhua que la situación en Madaya es extremadamente desalentadora.
"Por desgracia, es algo común ver a las personas desmayarse en las calles y los enfermos no reciben tratamiento por que carecemos de suministros médicos. No tenemos nada más que agua", dijo.
La madre de 41 años señaló que uno de sus hijos padece deficiencia auditiva. El niño se le acerca todos los días y se frota el estómago para indicarle que tiene hambre.
"La situación en Madaya es horrible. Miles de personas se están muriendo de hambre", dijo llorosa antes de que se escuchara una bala y de que la gente se reuniera cerca del lugar con la esperanza de abandonar la localidad como lo prometieron el lunes las autoridades.
Un acuerdo recién alcanzado entre el gobierno y los rebeldes para aliviar el sufrimiento de miles de personas hambrientas permitió el lunes el ingreso de camiones a Madaya y a otras dos localidades sirias sitiadas con ayuda de la Media Luna Roja Arabe Siria, en cooperación con el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Los camiones entraron tanto a Madaya como a Kafraya y Foa, dos localidades chiitas vecinas leales al gobierno que todavía están rodeadas por los rebeldes en la provincia de Idlib, noroeste de Siria.
Alrededor de 7.800 paquetes de alimentos llegaron a la localidad de Madaya, donde los civiles son sitiados por fuerzas del gobierno sirio y del grupo libanés Hizbulá.
Otros 4.000 paquetes fueron enviados a Kafraya y Foa, donde 20.000 personas están sitiadas por los rebeldes.
La entrada de los convoyes asistenciales a Madaya dependía de que los rebeldes también permitieran la entrada de ayuda humanitaria en Kafraya y Foa.
La mayor parte de la provincia de Idlib es controlada por el grupo rebelde Jaish al-Fateh, con excepción de Kafraya y Foa, localidades sitiadas desde marzo de 2015.
Más de 600 personas de ambas localidades han muerto durante los ataques rebeldes.
Cuando los convoyes humanitarios entraron el lunes a Madaya, reporteros de Damasco se acercaron a la entrada de la localidad donde se reunieron con algunas mujeres a las que los soldados del gobierno les dieron permiso de hablar con los reporteros.
Ghaitha fue parte de estas mujeres reunidas en la entrada de Madaya y con la esperanza de salir.
"Nos dijeron que algunas mujeres y niños cuyos nombres aparecen en la lista podrían salir. Es lo único que queremos, irnos. Ya no queremos estar aquí. Ya hemos vendido todo lo que tenemos, excepto nuestra casa, para alimentar a nuestros hijos", dijo Ghaitha a Xinhua con el vestido colgado de su débil estructura ósea.
Detrás de ella estaba otra mujer que sostenía su cabeza con dificultad con la palma de la mano mientras esperaba febrilmente dejar atrás su pesadilla.
"Mis tres hijos están a apenas un kilómetro de distancia de la entrada de Madaya, pero debido al sitio no los he visto en seis meses", dijo Suha a Xinhua, quien añadió que les habla por teléfono como si estuvieran a miles de kilómetros de distancia.
Todos los ciudadanos con acceso a las puertas de la localidad de Madaya hablaron de las horribles condiciones que enfrentan.
De acuerdo con ellos, los rebeldes, o "traficantes de la crisis" como los llaman, venden alimentos básicos a precios muy altos.
Suha dijo que los traficantes venden mermelada por gramos no por kilogramos, sin mencionar de dónde obtienen las provisiones.
"La compra de mermelada en Madaya es como comprar oro. Venden la mermelada en botellas muy pequeñas como cajas de joyería", dijo.
Citando otro ejemplo, Suha dijo que un kilo de arroz se vende a 180 dólares y añadió que el gobierno permitió el ingreso de ayuda hace dos meses, pero los paquetes sólo duraron 15 días.
"No necesitamos ayuda. Este sitio debe terminar o se nos debe permitir salir de la localidad", añadió.
Madaya es una localidad montañosa cercana a Líbano y las personas se congelan por el frío en las puertas de la ciudad en espera de que las tropas les permitan pasar.
Los reporteros dejaron el lugar a alrededor de las 18:30 hora local y se dirigieron a la capital, donde comenzó a llover intensamente. Las personas sitiadas clavaron la mirada en los vehículos de los reporteros cuando partieron y una niña admitió que "desearía poder irme con ustedes".
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que la distribución de ayuda continuó hasta el amanecer del martes en Madaya y que se permitió a 300 personas abandonar la localidad.
El grupo de monitoreo con sede en Reino Unido, el cual depende de una red de activistas en el terreno, añadió que 400 personas necesitan ayuda médica con urgencia.
El observatorio publicó recientemente en línea imágenes de habitantes esqueléticos de Madya.
Sin embargo, el gobierno rechazó las imágenes y afirmó que fueron "mayormente falsificadas" por la oposición para satanizar al gobierno sirio.
En las últimas semanas, los rebeldes de la ciudad de Zabadani, cerca de Madaya, alcanzaron un acuerdo con el gobierno para evacuar la ciudad.
Decenas de rebeldes heridos abandonaron la localidad en diciembre, en medio de las conversaciones en el sentido de que el gobierno debe flexibilizar su sitio contra Zabadani.
Los ciudadanos de Madaya esperan un destino similar que les permita vivir de manera normal otras vez.
La ONU informó que recibió relatos confiables sobre personas que murieron de hambre o que fueron asesinadas cuando intentaron abandonar Madaya.
El actual conflicto sirio sigue evitando que la ayuda humanitaria llegue a las poblaciones con hambre en las diversas localidades sitiadas y la libertad de movimiento está restringida por la presencia de las fuerzas armadas y de minas terrestres.
Las partes en conflicto en Siria recurren a los sitios como una táctica utilizada por los combatientes a fin de disminuir la fortaleza del otro.
Esta táctica ha expulsado con éxito a los rebeldes en varias zonas y ha conducido al gobierno a negociaciones en otras áreas. Sin embargo, innumerables civiles han quedado atrapados en el fuego cruzado y las víctimas inocentes enfrentan las más horrorosas consecuencias del sitio.