WASHINGTON, 12 ene (Xinhua) -- En otra tragedia que resalta el problema de las armas de fuego en Estados Unidos, un padre de familia del estado de Ohio abatió hoy a su hijo adolescente al confundirlo con un intruso, informaron medios locales.
El trágico accidente ocurrió hoy por la mañana en una casa de Cincinnati cuando el hombre disparó su pistola en el sótano en donde escuchó ruidos sospechosos que creyó que provenían de un intruso escondido en el interior, indicaron los informes.
En realidad, la víctima fue su hijo de 14 años, quien regresó a casa por la puerta trasera después de que su padre lo dejó en la mañana en la parada del autobús escolar.
El hombre llamó al servicio de emergencias (911) para pedir auxilio médico para su hijo, quien fue trasladado al Hospital Infantil de Cincinnati.
Pero el joven, identificado como Georta Mack, murió en el hospital a causa de heridas de bala en el cuello.
Esta es otra tragedia similar a las ocurridas recientemente en las que familiares son abatidos tras ser confundidos con intrusos, lo que resalta el otro lado de la violencia con armas en Estados Unidos.
El 29 de diciembre, una madre de familia del estado de Florida disparó y mató a su hija, a quien confundió con un intruso cuando la hija llegó a visitarla desde el estado de Carolina del Norte por las fiestas de Año Nuevo.
La madre de familia, originaria de St. Cloud en el centro de Florida, hizo un solo disparo y mató a su hija de 27 años después de escuchar que alguien entraba a su casa.
La madre, una operadora del 911, también fue trasladada al hospital para recibir tratamiento por el pesar y la conmoción.
La proliferación de las armas de fuego y el fácil acceso a estas armas letales se han convertido en una enfermedad social en Estados Unidos, donde los esfuerzos para el control de las armas prácticamente se han topado con pared por la fuerte oposición de los fabricantes de armas y de influyentes grupos de cabildeo a favor de las armas.
Se calcula que hay alrededor de 357 millones de armas en Estados Unidos y más de 33.000 personas mueren cada año por delitos relacionados con armas de fuego, ataques terroristas u homicidios.