Realización del sueño chino ofrece otra vía de prosperidad para países en desarrollo |
Por Edna Alcántara
MEXICO, 5 oct (Xinhua) -- China, que a través de su sistema político avanza para cumplir la meta del "sueño chino", también ha resultado ser un mecanismo de ejemplo para alcanzar el desarrollo, la paz y la prosperidad global.
El "sueño chino" que presenta el presidente de China, Xi Jinping, va encaminado a construir una sociedad modestamente acomodada y materializar el rejuvenecimiento de la nación mediante el crecimiento sostenible, profundizando las reformas y transformando el modelo de crecimiento.
"Estoy convencidísimo de que con la reforma de gobernanza del presidente Xi Jinping, junto con la fortaleza de su pueblo, se seguirá por la senda de desarrollo sostenido y, tal como lo que Xi describe en el sueño chino, alcanzar una economía medianamente acomodada en un plazo breve", aseveró Sergio Ley López, embajador de México en China (2001-2006).
China, segunda potencia mundial, ha emprendido una nueva política basada en una revitalización nacional para ser un país moderno, próspero, democrático, civilizado y armonioso, lo que ha conseguido captar la atención de todo el orbe.
Uno de los puntos que más llaman la atención, es su transformación, pero sobretodo su proyección a largo plazo.
Para la consultora internacional Luz María de la Mora, parte de esta transformación lograda en China, es la visión a largo plazo, algo que considera "muy importante" para el desarrollo de una nación.
"Debemos entender que ellos lo ven a largo plazo y nosotros así debemos hacerlo, con paciencia y perseverancia", consideró a Xinhua la experta mexicana.
En su discurso pronunciado el 28 de septiembre en la Asamblea de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Xi aseguró que la realización del sueño chino traería más oportunidades a otros países y contribuiría a la paz y el desarrollo mundial. Además, propuso crear alianzas y que los países se traten mutuamente como iguales.
En ese sentido, para el embajador Ley López, el sueño chino del que habla Xi, es palpable y puede reconocerse su capacidad de cambiar y adaptarse.
"El éxito de China es el hecho de que ha sido capaz de cambiar y adaptarse, de trabajar sobre políticas centradas al interior pero también al exterior", aseveró.
La nueva dirección de China, con una población de más de 1.300 millones de habitantes, se ha comprometido a continuar profundizando las reformas y emprender la transformación del modelo de crecimiento económico guiado por la exportación e inversión a uno impulsado por el consumo.
Además, para asegurar el crecimiento estable, promover y mejorar el bienestar del pueblo y prevenir los riesgos, seguirá fortaleciendo e innovando macrorregulaciones.
"Sin lugar a dudas y en este siglo XXI se ha reconocido la necesidad de emprender un nuevo modelo económico y político en cada una de los países del mundo. China seguirá por supuesto desarrollando el suyo y mejorando el socialismo con características propias para ajustarse a los cambios del contexto global", indicó el embajador mexicano.
Para el diplomático mexicano, aunque la estructura es diferente en México y otros países, se reconoce al gobierno chino por la capacidad de pensar a largo plazo y estar al servicio de los ciudadanos.
"Cada país tiene una estructura social a la que existe en China pero lo importante es que todos, creo, deben tener esa misma visión de largo plazo y visión de apoyo y de escuchar a las comunidades y a la sociedad", opinó.
Desde que el presidente Xi llegó al poder en el 2013, la lucha contra la corrupción se ha convertido en uno de los estandartes de su mandato. Se ha puesto entre rejas por corrupción a varias figuras de gran peso político y militar, hasta entonces intocables del país.
Entre ellos destaca el ex miembro del Comité Permanente del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), Zhou Yongkang, condenado a cadena perpetua hace unos meses por corrupción y filtrar secretos de Estado.
"Es muy loable yo creo que por eso insistió que China necesita un estado fuerte porque para llevar a cabo una campaña de tal amplitud y de tales dimensiones como la está llevando a cabo para el combate a corrupción necesita un gobierno estable y fuerte", puntualizó el embajador.
A nivel exterior, Xi Jinping también busca lograr el consenso de una gobernanza global sin hegemónía.
Como una prueba de su responsabilidad y compromiso a nivel internacional, China ha anunciado las medidas de apoyo a la ONU, entre las cuales destaca la creación de un fondo de paz y desarrollo China-ONU a 10 años por valor de 1.000 millones de dólares para apoyar la labor de la ONU.
"China ya es una potencia global y por eso mismo está asumiendo ese papel porque piensa que son sus responsabilidades internacionales y por eso mismo, es que ahora, está poniendo más atención al poner una participación más activa", explicó en entrevista a Xinhua la investigadora mexicana Marisela Connelly.
De acuerdo con la experta en temas chinos del Centro de Estudios de Asia y Africa del Colegio de México, China está tratando de mostrar que el avance que ha tenido a nivel interno que "puede darse a nivel exterior (...) pero bajo la necesidad de que haya una democratización en las relaciones internacionales y que los países se deben tratar por igual no importando la dimensión de economía ni de la extensión de territorios y creo que eso es muy importante que considerar".