Las relaciones Cuba-Estados Unidos todavía enfrentan muchos desafíos |
El Secretario de Estado estadounisende , John Kerry (a la derecha) y el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, ofrecen una conferencia de prensa conjunta en Washington. (Foto: Chen Weihua)
Por Yang Jianmin
Washington, 07/08/2015(El Pueblo en Línea)- Cuba y los Estados Unidos acaban de reabrir sus embajadas después de 54 años sin relaciones oficiales. Este acercamiento diplomático comenzó con el anuncio histórico del 17 de diciembre del año pasado, informado a sus respectivas naciones por los presidentes Raúl Castro y Barack Obama. Sin embargo, la completa normalización de los vínculos entre Cuba y Estados Unidos es poco probable que ocurra a corto plazo.
El proceso de normalización de las relaciones bilaterales plenas enfrentará retos en disímiles direcciones y dependerá de la intención del alcance a la que ambas partes quieran llevarla. Si lo consiguen, marcarán una notabe diferencia, en principio para ellos mismos y en consecuencia para las relaciones de Estados Unidos con Latinoamérica.
Washington y la Habana todavía deben ponerse de acuerdo sobre cómo normalizar completamente sus relaciones. De hecho, Cuba cree haber completado sólo la primera etapa. Por lo tanto, se augura un largo camino a recorrer para lograr acuerdo en disputas históricas como las restricciones comerciales y la política de aislamiento impuesta sin éxito por Estados Unidos a la isla y la devolución de una porción del territorio nacional que ahora funge como base naval estadounidense y que sigue siendo utilizada como el archiconocido Centro de Detención Guantánamo.
Inútil ha sido, como lo ha demostrado la historia, instigar un cambio político en Cuba a través de sanciones legisladas desde el Congreso de Estados Unidos, que tiene la decisión final sobre la política de Washington hacia la Habana. Pero el presidente de Estados Unidos no puede levantar el bloqueo a Cuba mediante una orden ejecutiva si el Congreso no lo aprueba. Además, los cambios de rutina en el gobierno federal podrían frustrar la plena normalización de los lazos.
La mayor diferencia entre los dos países radica en sus sistemas sociales y económicos. Los Estados Unidos comenzará a levantar su embargo comercial sólo si el gobierno cubano se compromete a llevar a cabo "reformas democráticas" y abrazar la economía de libre mercado. Estas condiciones que precisan los Estados Unidos no es fácil que sean asumidas, a pesar de la reanudación de relaciones diplomáticas, y es muy problable que Cuba las rechaze.
Una cosa parece cierta, aunque Obama ha acertado en la estrategia de restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba, ya que podría ser un factor para el cambio político, también mediante la restauración de las relaciones diplomáticas con la nación caribeña, Obama podría estar ayudando a su partido a ganar el apoyo de más cubanos-americanos para las elecciones presidenciales del 2016.Además de cumplir con las expectativas de un número notable de ciudadanos norteamericanos que han pedido reiteradamente el restablecimiento de las relaciones con Cuba.
Los esfuerzos de Washington para aislar a la Habana son un rotundo fracaso. De hecho, lo que lograron en este tema fue aislar a Estados Unidos y alejarlo de la mayoría de los miembros de Naciones Unidas, especialmente los latinoamericanos. La patrocinada zona de libre comercio de las Américas, que excluyó a Cuba, - después de 15 años de intentos fue declarada muerta en el 2005, debido a la oposición de la mayoría de los países latinoamericanos.
Para proteger su seguridad e intereses políticos en América Latina, Estados Unidos tienen que redimensionar sus relaciones con la región.
Por supuesto, con el restablecimiento de las relaciones diplomáticas los países implicados directamente -Estados Unidos y Cub- se beneficiarán más que otros países, porque ayudará a La Habana a presentar un ambiente saludable para las inversiones extranjeras y la reforma económica y, como un importante exportador de productos agrícolas, Estados Unidos querrá ser el proveedor de la demanda anual de alimentos que Cuba consume, valorada en más de dos mil millones de dólares.
El autor es experto del Centro de Estudios Cubanos de la división de Estudios Latinoamericanos de la Academia de Ciencias Sociales de China.