De acuerdo con un informe sobre el "Ejercicio de los Derechos Humanos", ocurrieron en Bolivia, en lo que va del año, 35 casos de linchamientos, de los cuales fallecieron 10 personas, informó hoy el director nacional de Conflictos del Defensor del Pueblo, Gregorio Lanza.
"Esta cifra es preocupante, pues pese a la normativa en la que se explicita que los linchamiento están penados por ley, estos casos continúan registrándose en el país.
"Considero que esto se debe a la falta de credibilidad por la Policía y Justicia, además de la creciente delincuencia, de la cual la gente está cansada", afirmó Lanza en un programa radial local.
Dijo que este problema se mantiene invariable desde hace años, producto de la ausencia de organismos de seguridad, el crecimiento de la delincuencia, la intolerancia, la desconfianza en el sistema judicial y otros que ha originado que vecinos y pobladores de comunidades hagan justicia por mano propia.
Además, manifestó que el defensor del pueblo concluye que sólo unos pocos casos son investigados y procesados por la justicia ordinaria o indígena, y la mayoría de ellos permanece en la impunidad.
Por su parte, Marcelo Cox Mayorga, director del Viceministerio de Justicia Indígena Originario Campesina del Ministerio de Justicia, en contacto con Xinhua, recordó que en las zonas urbanas y rurales de Bolivia no sólo se confunden la justicia ordinaria y la comunitaria, sino que también, con el pretexto de justicia comunitaria, se cometen crímenes, muchos de ellos impunes.
"Los linchamientos son noticia frecuente en los suburbios y comunidades de Bolivia. Siguiendo lo que algunos califican de tradición indígena, los vecinos no esperan que actúe la Policía, sino que se toman la justicia en sus manos", manifestó.
"Quienes lo hacen se justifican con la 'justicia comunitaria', mediante la cual durante décadas la sociedad indígena boliviana ha sancionado las conductas que consideran indebidas sin la intervención del Estado. "Pero esa es una falsa relación y es ilegal", aclaró.
"El linchamiento no es expresión de la justicia indígena. Realmente el linchamiento, como su nombre indica, es un delito", precisó.
Los vecinos advierten a los criminales colgando muñecos de trapo en los postes de luz y escribiendo en las paredes frases como "Ladrón pillado, será quemado".
Esta violación sistemática de los derechos humanos es algo que se ha denunciado en reiteradas ocasiones desde Naciones Unidas.
"Está afectado el derecho a la vida, a la integridad física, da lugar a múltiples tratamientos crueles e inhumanos, aplicación de tortura. Entonces, esa forma de tomar la justicia por su mano, nosotros, desde el Ministerio de Justicia, la hemos condenado en muchas ocasiones, y hemos recomendado en muchas ocasiones también a la Policía tener una acción más consecuente en términos de investigación de los delitos", declaró Cox.
A decir de la autoridad de Justicia, es difícil tener una cifra de los linchamientos, porque muchos no se reportan y existe el silencio cómplice de las comunidades rurales.