Las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) rechazaron hoy en La Habana ser calificadas como un grupo narcotraficantes, como lo hace el gobierno colombiano.
"Nunca hemos admitido ni admitiremos ser narcotraficantes o que los hechos que configuran el complejo fenómeno del narcotráfico se asimilen, en su conjunto, al carácter que tienen el delito político y la rebelión", dijo Carlos Antonio Lozada, portavoz de la delegación rebelde en el diálogo de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos.
Lozada leyó un comunicado en el que las FARC señalaron que durante la Cumbre Iberoamericana, celebrada hace unos días en México, Santos "aludió al delito político, pero asociándolo al narcotráfico", lo que a juicio de la guerrilla crea distorsión conceptual, que "confunde en la mente de los colombianos y de muchos en el mundo la imagen del guerrillero con la del narcotraficante".
"Esta revoltura que desfigura la lucha altruista, que entraña el legítimo derecho a la rebelión, de alguna manera apunta a señalar a las FARC como un grupo de narcotraficantes", indicó el vocero.
Desde que se iniciaron las negociaciones de paz en la capital cubana, en noviembre de 2012, los rebeldes y el gobierno colombianos han consensuado tres de los seis puntos de la agenda: reforma rural (mayo de 2013), participación política de la guerrilla (noviembre de 2013) y drogas ilícitas (mayo de 2014).
En la actualidad discuten sobre la reparación de las víctimas y quedan pendientes el desarme de la guerrilla y el mecanismo para refrendar el acuerdo.
El largo conflicto colombiano ha dejado en medio siglo unos 220.000 muertos y más de cinco millones de desplazados, según cifras oficiales.