BAGDAD, 30 oct (Xinhua) -- Un total de 255 miembros de tribus y policías locales han sido asesinados por los milicianos del Estado Islámico (EI) luego de que el grupo ocupara sus aldeas y poblados en la provincia de Anbar, oeste de Irak, dijo hoy una fuente de seguridad provincial.
Los cuerpos de alrededor de 150 miembros de los combatientes tribales sunnitas y oficiales de la policía local que combatieron a los milicianos del EI fueron hallados en una fosa en un valle en el área de Albu Ali al-Jasim, cerca de Ramadi, capital de la provincia, a 110 kimómetros al oeste de Bagdad, capital iraquí, dijo la fuente a Xinhua con la condición de guardar el anonimato.
La mayoría de los cuerpos pertenecía a quienes fueron acusados por el EI de ser parte de los grupos paramilitares Sahwa respaldados por el gobierno. El grupo Sahwa, también conocido como Consejo Despertar, o Hijos de Irak, está integrado por grupos armados, incluidos algunos grupos insurgentes sunnitas contrarios a Estados Unidos. Esos grupos empezaron a luchar contra la red Al Qaeda luego de que éste cometiera asesinatos indiscriminados tanto contra comunidades chiitas como sunnitas.
El Estado Islámico, una división de Al Qaeda, capturó a unos 75 miembros de la tribu sunnita Albu Nimer en el poblado de Heet, ocupado por milicianos y ubicado a 160 kilómetros al oeste de Bagdad, la capital iraquí.
Después los ejecutó supuestamente por colaborar con las fuerzas de seguridad que luchan contra los milicianos del EI, dijo a Xinhua una fuente de la provincia que pidió el anonimato.
Los miembros de la tribu asesinados recibieron un tiro en la cabeza frente a decenas de residentes, quienes fueron obligados a presenciar las ejecuciones, indicó la fuente.
El incidente se dio un día después que los milicianos del EI ejecutaran a 30 miembros del la tribu Albu Nimer.
Las fuerzas de seguridad y las tribus sunnitas aliadas han estado combatiendo a los milicianos sunnitas radicales en fuertes enfrentamientos desde mediados de octubre. Juntos lograron mantener partes de Heet y evitaron que cayera en manos del EI, el cual ha ocupado alrededor del 80 por ciento del poblado.
No obstante, las fuerzas gubernamentales sólo mantuvieron sus posiciones en el poblado durante 10 días por falta de refuerzos y escasez de municiones.
Más de 1.000 miembros de tribus fuertemente armados y soldados salieron del poblado en unos 500 vehículos para refugiarse en el poblado cercano de Barwana, que sigue bajo control de las fuerzas iraquíes. Algunos hombres tribales aliados del gobierno dejaron de luchar y regresaron al poblado, y otros fueron capturados al parecer por el EI.
El Estado Islámico se ha apropiado de cerca de 80 por ciento de la mayor provincia de Irak, Anbar, y está tratando de avanzar hacia Bagdad, la capital. Varios contraataques de las fuerzas de seguridad y de los milicianos chiitas los han alejado de las áreas al oeste de la capital, que cuenta con la mayor parte de población chiita y está fuertemente protegida por las fuerzas de seguridad y milicianos chiitas.
Desde diciembre del año pasado, los ataques insurgentes han continuado en el corazón árabe sunnita en el oeste de Bagdad que se extiende hasta la provincia de Anbar. La zona ha sido escenario de fuertes enfrentamientos que estallaron después de que la policía iraquí desmanteló un sitio de protesta antigubernamental afuera de la ciudad de Ramadi.