El primer ministro de Israel se reunió hoy con funcionarios del orden y con expertos legales para discutir la intensificación de la violencia en la parte árabe de Jerusalén Oriental y ordenó al poder judicial acelerar la legislación que endurece drásticamente las multas contra los palestinos que arrojen piedras.
Entre varias iniciativas planeadas para frenar la violencia, el primer ministro Netanyahu busca promover un proyecto de ley del Ministerio de Justicia que busca largas condenas en prisión para quienes arrojen piedras.
La iniciativa, que será enviada al Comité Ministerial de Legislación en su próxima reunión, podría encarcelar hasta 20 años a los manifestantes condenados por arrojar piedras u otros objetos contra vehículos en movimiento y hasta cinco años de cárcel por cometer el mismo delito contra un oficial de policía o un vehículo de la policía, se indicó en una declaración de la oficina de Netanyahu.
La legislación propuesta se produce en un momento en el que el gobierno introduce nuevas medidas de seguridad en Jerusalén, donde otros 1.000 oficiales de policía fueron desplegados en los últimos días para reforzar a la policía local en los barrios árabes de la capital.
Los barrios árabes de Jerusalén se han convertido desde junio en zonas de enfrentamientos diarios que incluyen arrojar piedras y bombas Molotov a la policía y al transporte público.
Además de la presencia policíaca reforzada, unidades de la policía fronteriza y fuerzas de Shin Bet encubiertas, apoyadas por aviones teledirigidos de vigilancia, han estado concentrándose en los presuntos incitadores de la violencia.
Las tensiones se intensificaron antes del funeral de la noche del domingo del palestino que estrelló su auto contra una estación del tren ligero la semana pasada, lo que provocó la muerte de una bebé y dejó ocho heridos, incidente que Israel calificó de ataque terrorista.
Una mujer ecuatoriana de 22 años de edad resultó seriamente herida en el impacto y murió el domingo a causa de sus heridas en un hospital de Jerusalén.
Netanyahu acusó en la reunión de hoy al presidente palestino, Mahmoud Abbas, por asociarse a elementos islámicos radicales en una campaña de incitación contra Israel centrada en falsos rumores en el sentido de que Israel busca modificar el estatus quo del Monte del Templo.
El actual incremento en las tensiones entre Israel y los palestinos no muestra indicios de disminuir.
Según informes, el primer ministro dio luz verde hoy con anterioridad a los polémicos de planes para construir 1.060 nuevas viviendas en barrios de Jerusalén Oriental ubicados más allá en las líneas de cese al fuego anteriores a 1967, así como a proyectos de infraestructura en Cisjordania.
La continua construcción de asentamientos por parte de Israel, a la que se oponen muchos en la comunidad internacional, ha sido uno de los principales factores que han estancado las negociaciones de paz.
La Unión Europea trazó la semana pasada "líneas rojas" para Israel en torno a su política de asentamientos en Cisjordania y advirtió a Israel no realizar acciones que pongan en riesgo la creación de un Estado palestino.