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Una mujer recibe dos cartas de amor con 69 años de retraso

Actualizado a las 15/08/2014 - 14:38
Palabras clave:amor

Fuente:Agencias

15/08/2014 (El Pueblo en Línea) - En la era de internet y el correo electrónico, es muy probable que esto no sea posible, a menos que dejemos nuestra contraseña a alguien muy cercano para que abra y husmee cuando nosotros nos hayamos muerto. Pero en la romántica era del papel, la tinta y el sobre con su sello en el extremo derecho, lo que acaba de ocurrir es absolutamente posible.

Una señora de 85 años acaba de recibir, gracias al gesto de una desconocida, un par de cartas que su enamorado le enviara nada menos que en 1945, cuando ya se escuchaban los últimos cañonazos de la Segunda Guerra Mundial.

Dorothy Bartos vivía entonces en el 2713 S. Kolin Ave, en el barrio de The Little Village, en el lado oeste de la ciudad de Chicago, y salía con Al Fragakis, un joven marine que permanecía en una base naval en Coronado Heights Annex, en San Diego, California, en espera de la primera orden del alto mando.

Fue desde ese extremo oeste del país, que, angustiado por su eterna espera –la del amor y la de la inminente batalla— y mientras observaba las palmeras y escuchaba la música que llegaba de las barracas de los oficiales, Fragakis redactó hermosas palabras de amor.

A pesar de sus 85 años, Dorothy Bartos Carlberg asegura acordarse de aquel joven. "Era un chico muy agradable”.

El tiempo pasó, aquel vínculo se diluyó y en agosto de 1950 Dorothy contrajo matrimonio con Victor Carlberg. De esta relación nacieron sus seis hijos.

Víctor murió en abril de 2012 tras 62 años de matrimonio. “Incluso con su demencia y su delicado estado de salud se preocupaba por ella”, reveló Tim Carlberg, otro de los hijos del matrimonio.

Martha Rodríguez, la inquilina de la misma casa donde Dorothy pasara sus primeras dos décadas, recibió esa extraña correspondencia y se lanzó a la búsqueda de su destinatario.

Gracias a un reportaje que narraba el contenido de las viejas cartas que habían llegado a manos de Rodríguez, los hijos de Dorothy Carlberg reaccionaron y acordaron el sitio y el día de la entrega. “Estoy muy contenta de entregárselas”, declaró visiblemente emocionada.

“Mamá siempre amó al chico del uniforme”, confesó Sandy Jacobson, una de las hijas de Dorothy Carlberg.

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