ANTANANARIVO, 14 ene (Xinhua) -- El embajador de China en Madagascar, Yang Min, organizó un seminario hoy en Antananarivo en el que condenó la visita del primer ministro japonés, Shinzo Abe, al Santuario Yasukuni.
"Cuando la gente de todos los países abraza la paz y desarrollo mundiales, un político japonés intenta hacer retroceder el curso de la historia. El 26 de diciembre, haciendo por completo caso omiso de los sentimientos de sus vecinos asiáticos y de la comunidad internacional, el primer ministro japonés Shinzo Abe de forma evidente rindió homenaje en el Santuario Yasukuni, en donde son venerados 14 criminales de guerra de Clase A de la Segunda Guerra Mundial definidos como responsables de crímenes 'contra la paz'", dijo Yang Min.
Después de la visita, los gobiernos de China, República de Corea y Rusia expresaron enérgicas condenas junto con muchos otros países. Estados Unidos también expresó su decepción. A nivel interno, encontró la oposición de la mayoría del pueblo japonés, agregó Yang Min.
"Las visitas de los líderes japoneses al santuario no son sólo un asunto interno de Japón, ni una cuestión personal de algún político japonés. Tampoco involucra sólo las relaciones China-Japón o Corea-Japón. El santuario fue utilizado por los militaristas japoneses como un símbolo espiritual para emprender guerras de agresión. Lo que Abe ha hecho es conducir a Japón por una vía peligrosa que socava los intereses fundamentales de la gente de todos los países y de Japón", señaló el embajador.
"Revela si el gobierno japonés es capaz o no de ver de forma correcta y de arrepentirse profundamente de su pasado de agresión militarista y dominio colonial. Es un importante asunto de cosas correctas y equivocadas que involucra la agresión contra la no-agresión y la justicia contra la maldad. Es una cuestión fundamental de dirección sobre si el líder japonés se apegará a los propósitos y principios de la Carta de la ONU y seguirá en una vía de desarrollo pacífico. Y se trata de una cuestión de los más importantes principios determinados en las bases políticas de las relaciones de Japón con sus vecinos asiáticos y con la comunidad internacional", dijo Yang Min.
"China y Madagascar fueron víctimas de los invasores en el pasado. Debemos estar atentos para que la historia no se repita", agregó el embajador chino.
La agresión militarista japonesa que China sufrió durante la Segunda Guerra Mundial dejó 35 millones de víctimas y pérdidas económicas por más de 600.000 millones de dólares.
Sin embargo, los líderes japoneses no se arrepienten de su pasado militarista y de los crímenes de guerra ni piden disculpas por ello. Abe incluso cuestionó abiertamente si su país debía ser definido como "agresor" y ha hecho su máximo esfuerzo para encubrir su historia de agresión militarista y dominio colonial.
"Estoy seguro de que Madagascar y otros pueblos amantes de la paz no permanecerán indiferentes", dijo Yang Min.
Yang Min también se comunicó con los participantes durante el seminario y respondió las preguntas de los académicos y expertos malgaches.
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