La adoración a los “nazis de Oriente” solo empeora las cosas |
Pekín, 02/01/2014(El Pueblo en Línea)- El mundo no salía de su asombro: un invierno hace 43 años, el canciller de la Alemania Federal Brandt Suh vestido en negro, se arrodilló frente al monumento dedicado en memoria de los judíos que fueron asesinados en Varsovia.
Ahora el mundo vuelve a quedar estupefacto: 43 años después de aquel invierno, el primer ministro japonés Abe, se paseó sin remordimientos por el Santuario de Yasukuni dedicado los mayores criminales de la II Guerra Mundial, afirmando que desea "luchar y sacrificarse por su país para llorar la muerte de aquellas almas".
En 2013, con motivo del 80 aniversario de la muerte de Hitler, la Canciller de Alemania Angela Merkel reiteró: "por los crímenes nazis...... Alemania debe asumir su responsabilidad para el resto de la eternidad. Dicha reflexión debe pasar de generación a generación. Cada víctima del destino sentirá gran tristeza y vergüenza".
Este año fue Japón quien lanzó una guerra de agresión contra China después de 76 años. ¿Cuál es la postura de Abe? El día del "Incidente del puente de Marco Polo", cuando se le preguntó sobre la Historia de la invasión japonesa, Abe afirmó que Japón está orgulloso de su Historia, y que los países vecinos deben ser respetados.
Brandt, al ponerse rodillas, estaba poniendo el espíritu de su nación a los pies de las víctimas, con lo que el país entró en alianza con los países de Europa y del mundo. Comenzaba una nueva era de respeto y confianza en la comunidad internacional.
Abe estaba de pie, pero cuando entró el Santuario de los "Nazis de Oriente", lo que consiguió fue justo lo contrario, es decir, reírse de los sentimientos de las personas de muchos países afectados por la II Guerra Mundial, como lo haría un payaso.