La respuesta a las explosiones fatales ocurridas el pasado mes de noviembre en la ciudad oriental china de Qingdao de la provincia de Shandong siguió hoy lunes, con el inicio de una valoración del impacto ambiental del incidente y la seguridad del equipo petroquímico.
Además, las autoridades han empezado a revisar la planificación funcional del equipo localizado en el distrito de Huangdao de Qingdao, donde tuvieron lugar las explosiones, aunque no especificaron qué funciones serían revisadas, informó la oficina general de rescate.
También se ha iniciado la evaluación de la seguridad de las viviendas dañadas y una valoración del alcance íntegro del perjuicio, según la misma fuente.
Las explosiones provocadas por una fisura en un oleoducto el 22 de noviembre dejaron 55 muertos, 130 heridos y nueve desaparecidos.
Una sección del oleoducto que enlaza Huangdao con la ciudad de Dongying, también en Shandong, ha sido cerrado después de ser identificado como responsable de las filtraciones que causaron las explosiones.
Huangdao es una de las principales centrales petroquímicas de China y hogar de una de las reservas estratégicas de petróleo y una enorme planta de refinería operadas por Sinopec, la mayor refinería petrolera del país.