La experiencia de China en materia de desarrollo ayudará a facilitar la cooperación global entre el Norte y el Sur del planeta para aprovechar las oportunidades y superar los desafíos compartidos, declaró hoy una funcionaria del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Rebeca Grynspan, administradora asociada del PNUD, declaró que considera a China "un importante socio para vincular a los países desarrollados y las naciones en desarrollo".
La funcionaria hizo el comentario durante el Foro de Políticas Rectoras Globales que se llevó a cabo hoy en Beijing, capital china.
El país está experimentando varias etapas de desarrollo al mismo tiempo, dijo, ya que algunas de sus regiones pueden rivalizar con naciones desarrolladas, mientras otras aún luchan contra la pobreza. Esto permite a China entender los problemas globales desde diferentes perspectivas.
Además, Grynspan pidió dar un papel de mayor peso a China y a otros países en desarrollo porque el crecimiento de las economías emergentes y su importancia geopolítica les han otorgado un papel cada vez más crucial.
Ante las adversidades económicas globales, las economías emergentes han rebasado a sus contrapartes ricas en términos de índice de crecimiento.
El comercio entre los países en desarrollo representa 20 por ciento del comercio global y sigue aumentando a un ritmo anual de 12 por ciento, comentó en su mensaje.
Para el año 2016, los mercados emergentes generarán alrededor de 40 por ciento de la producción mundial, dijo, para lo que citó previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Debe definirse un nuevo papel para los países en desarrollo, no como receptores de prescripciones y de soluciones, sino como socios activos en el proceso de formulación y ejecución de políticas con alcance global", añadió.
Las organizaciones internacionales ya están buscando la "definición", mientras el FMI incrementó la cuota de 54 países en 2011, ubicando a Brasil, Rusia, la India y China entre los 10 principales actores corresponsables e impulsando la toma de decisiones de países de bajos ingresos en el comité ejecutivo.
Grynspan afirmó que esta es una acción en la dirección correcta.