(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Los extranjeros que hayan vivido 10 años consecutivos en China serán elegibles para la denominada “green card” (tarjeta de residente), según el borrador de una propuesta de regulación.
El documento y otras enmiendas dirigidas a flexibilizar los requisitos que actualmente se exigen para otorgar la residencia permanente, están siendo evaluadas en estos momentos por el Ministerio de Seguridad Pública.
Liu Guofu, abogado experto en temas migratorios del Instituto Tecnológico de Beijing, reveló que el ministerio propuso rebajar el umbral para quienes soliciten este estatus durante un simposio celebrado en agosto pasado, y está evaluando la reacción de los expertos.
El objetivo de la medida, según Liu, es reclutar a la mayoría de los inmigrantes del campo de las tecnologías que llevan ya más de 10 años viviendo en China y quieren aplicar para obtener la residencia permanente, siempre y cuando hayan pasado al menos nueve meses cada año en el país. Muchos de ellos tienen empleo, alojamiento y un buen registro fiscal. El éxito de su aplicación ya no dependerá de la posición que ocupen.
La regulación vigente exige a los solicitantes, en el sector tecnológico, un estatus de director general adjunto o profesor adjunto (o superior) durante al menos cuatro años sucesivos.
Si la nueva propuesta es aprobada, más extranjeros podrán ser elegibles para obtener el permiso de residencia.
Qu Yunhai, alto funcionario del Ministerio de Seguridad Pública, aseguró en octubre que su departamento está trabajando con el Ministerio de Relaciones Exteriores en un documento que podría conllevar a una mayor expedición de permisos de residencia, informó la agencia Xinhua.
El Ministerio de Seguridad Pública confirmó que la propuesta de regulación está siendo preparada, pero no ofreció más información al respecto debido a la sensibilidad del asunto.
China comenzó a conceder permisos de residencia a los extranjeros en 2004. De entonces a la fecha, más de 4.700 ciudadanos de otros países han recibido ese estatus.
Según la policía de Beijing, alrededor de 850 extranjeros han aplicado para el permiso y más de 780 habían recibido el visto bueno hasta mediados de octubre.
China aprobó unas 248 solicitudes anuales en el sector tecnológico desde 2004 hasta 2011, una tasa baja para un país ávido de conocimientos, indicó Liu, que atribuyó estas pobres cifras a los rigurosos requerimientos vigentes.
“El método actual de evaluación de la contribución de los extranjeros a China por el rango de su cargo es tendencioso y disuade también a otros expertos de venir, añadió.
Además de evaluar la posición de los solicitantes, Liu recomendó al Gobierno clasificar a los extranjeros por sectores y confeccionar una relación con las profesiones más necesarias para los potenciales inmigrantes.
En cuanto a los inversionistas inmigrantes, para los solicitantes que establecen una empresa, Liu adelantó que la propuesta sugiere también reducir los criterios de inversión.
La primera legislación china que cubre las entradas y salidas de los ciudadanos chinos y extranjeros, la Ley de Regulación de Entrada y Salida, fue aprobada en junio pasado y entrará en vigor en julio de 2013, propiciará el incremento del número de tarjetas verdes.
Wang Huiyao, subdirector del China Talent Research, un instituto del Ministerio de Recursos Humanos y Seguridad Social, dijo que el Gobierno está estudiando también ampliar el uso de los permisos de residencia permanente.
Las autoridades de recursos humanos emitirán pronto un documento que dará a las personas que posean la tarjeta verde tener los mismos derechos que los ciudadanos chinos, excepto el derecho a elegir y ser elegido.
Ese texto, precisó, fue firmado este mes y será presentado, probablemente, a principios de diciembre próximo.
Bajo el nuevo documento, quienes tengan la tarjeta vede la podrán emplear como certificado de viaje, además de para registrarse en los hoteles, agregó.
“Lo más importante, con el permiso se espera construir finalmente una red personal mediante la asociación de la cuenta bancaria, el número del seguro y la cuenta de salud. Esto hará más fácil la vida de los extranjeros”, explicó.
Emilie Bourgois, gerente de relaciones públicas de Beijing, ha estado estudiando y trabajando en el país durante más de cuatro años, señaló que es razonable que se exija un mínimo de 10 años residiendo en el país, dado que China es uno de los destinos más populares en el mundo.
El permiso de residencia proveerá a los extranjeros una sensación de seguridad, especialmente a aquellos que están casados y tienen hijos.
“Los solicitantes de la tarjeta verde normalmente han pasado gran parte de su vida en China y son merecedores de las ventajas del permiso de residencia”, subrayó Bourgois.