WASHINGTON, 19 mar (Xinhua) -- El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció hoy el acuerdo alcanzado con el gigante automotriz japonés Toyota, por el cual se pidió a Toyota pagar 1.200 millones de dólares por defraudar a los consumidores entre el otoño de 2009 y principios de 2010.
De conformidad con el acuerdo, Toyota admitió que engañó a los consumidores de Estados Unidos ocultando y haciendo declaraciones engañosas en torno a dos cuestiones de seguridad que causaron un tipo de aceleración no deseada.
"En lugar de dar a conocer y corregir de inmediato los problemas de seguridad de los que ya tenían conocimiento, Toyota hizo declaraciones públicas engañosas a los consumidores y ofreció datos imprecisos a los miembros del congreso", dijo el fiscal general Eric Holder.
"Si resulta que alguna parte de un automóvil tiene problemas de seguridad, la compañía fabricante tiene el deber de ser franca, de solucionarlos con rapidez y de decir de inmediato la verdad acerca del problema y su alcance", agregó Holder.
Además de la enorme multa, se impondrá un supervisor independiente a Toyota con la finalidad de revisar y evaluar las políticas, prácticas y procedimientos relacionados con las declaraciones públicas de Toyota en cuanto a la seguridad y de informar sobre las obligaciones.
El secretario del Transporte de Estados Unidos, Anthony Foxx, dijo que las multas de hoy transmiten un "poderoso mensaje" a todos los fabricantes de que sigan las exigencias de Estados Unidos de retirar productos del mercado o enfrentarán "serias consecuencias".