El Banco Central de Chipre intervino hoy para acallar los frenéticos informes en el sentido de que la segunda entidad crediticia más grande de la isla, el Banco Popular de Chipre, va a ser cerrado.
El informe provocó la movilización en las calles de cientos de empleados y poseedores de bonos del Banco Popular de Chipre. La policía desplegó una gran fuerza afuera de la sede del banco en Nicosia, capital de Chipre, para evitar que los manifestantes irrumpieran con violencia en el edificio.
La vocera del Banco Central, Aliki Stylianou, dijo a la televisora del Estado que los informes son infundados debido a que se están llevando a cabo esfuerzos para encontrar la mejor manera posible de resolver los problemas del banco.
El Banco Popular de Chipre ha registrado las mayores pérdidas a causa de su exposición a los bonos griegos y también por haber prestado grandes cantidades de dinero a empresas y familias griegas.
Stylianou describió como incorrecta la información suministrada por el sindicato en el sentido de que cerca de 500 integrantes del personal del banco recibieron un aviso de despido.
Stylianou dijo que se está elaborando un plan para reestructurar al banco con un esquema que establece la transferencia de sus depósitos 100.000 euros (129.000 dólares), junto con préstamos buenos y algunos otros activos al Banco de Chipre.
Esto en la práctica significa la fusión de los dos bancos y un reajuste del sistema bancario de Chipre, lo cual ha sido solicitado por el Eurogrupo como una de varias condiciones para otorgar un préstamo de rescate de 10.000 millones de euros a Chipre.
El Banco Popular de Chipre mantendrá la cartera vencida y los depósitos superiores a 100.000 euros.
Por otra parte, el Banco de Chipre realizó un drástico llamado al gobierno y a los líderes políticos del país para alcanzar un acuerdo de rescate inmediato que garantice la liquidez libre para los bancos chipriotas con el fin de evitar el colapso de la economía de la isla.
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