(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Un alto funcionario del Gobierno de Bill Clinton tachó de “incongruente y exagerado” el informe del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes sobre los riesgos que supone para la seguridad nacional de Estados Unidos el empleo de la tecnología que producen las empresas chinas Huawei Technologies Co. y ZTE Corp.
En declaraciones exclusivas al periódico China Daily, Mickey Kantor, quien se desempeñó como representante comercial de su país de 1993 a 1996 y luego ocupó el cargo de secretario de Comercio por aproximadamente un año, dijo que el reporte contiene intereses políticos, teniendo en cuenta que se elaboró en un año de elecciones.
Defensor durante mucho tiempo del libre comercio, Kantor lamentó la retórica antichina que emergió durante la campaña presidencial. Pero, añadió, la carrera por la Casa Blanca ha terminado, con el correligionario demócrata de Clinton, Barack Obama, ganando el derecho para un segundo mandato, por lo que espera que el pueblo, o al menos los políticos estadounidenses, hablen más racionalmente sobre los asuntos relacionados con China.
En relación con el informe del Comité de Inteligencia, el cual alega conducta ilegal y rechaza vigorosamente a las dos compañías chinas, recordó que “no se puede olvidar que este es un año político en Estados Unidos. Por lo tanto, las personas creen que si usted critica a China, usted les ayudará políticamente. Lo siento, pero este es el caso”.
“Creo que el informe es ampliamente incongruente y exagerado. Curiosamente, admite que no existen evidencias de que Huawei y ZTE hayan hecho algo”.
El documento corona una serie de acciones de la administración Obama relacionadas con el comercio de Estados Unidos con China.
A mediados de septiembre, la Casa Blanca presentó una queja ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) denunciando supuestos subsidios de Beijing a los exportadores de automóviles y autopartes chinos.
A finales del propio mes, el presidente Obama anunció que había bloqueado a Ralls Corp, una empresa china respaldada por el conglomerado Sany Group, líder chino de la construcción de maquinaria, para levantar un campo eólico próximo a una base de pruebas de la Marina en Oregón. Esta fue la primera vez en 22 años que un presidente estadounidense frenó a un inversor extranjero por motivos de seguridad nacional.
En duro contraste con el sentimiento antichino de este año en Estados Unidos, un informe de Asia Society, titulado An American Open Door, indicó que en el último año la inversión china directa en Estados Unidos fue “altísima, tanto en valor como en número de acuerdos”.
El reporte, elaborado por el Center on US-China Relations y el Kissinger Institute on China and the US en el Woodrow Wilson International Center for Scholars, destaca que las relaciones entre ambos países tienen un enorme potencial para generar crecimiento económico.
Sin embargo, advierte que Estados Unidos puede perder grandiosas oportunidades para crear empleo y atraer inversiones como consecuencia de esa política alarmista.
Las compañías chinas, añade el estudio, han establecido operaciones y creado puestos de trabajo en 35 de los 50 estados del país en docenas de industrias, como los sectores manufacturero y de servicios.
“El número actual de empleos que los inversionistas chinos han generado en Estados Unidos probablemente supere los 10.000, muy por encima del estimado oficial”, agrega.
“Si China sigue el modelo de otras economías emergentes, la inversión china directa en el mundo aumentará en más de un billón de dólares para el año 2020, una parte significativa de la cual irá a parar a mercados desarrollados como Estados Unidos”, considera en su evaluación Asia Society.
Kantor, que fue también un miembro clave del equipo de la administración Clinton en las negociaciones para el establecimiento de la OMC, en 1995, hizo hincapié en el hecho de que todos los Gobiernos tienen leyes de seguridad para protegerse de las adquisiciones comerciales de tecnología nacional.
“Lo que llama mi atención es que el Gobierno estadounidense continúa centrándose en Huawei”, abundó. “Ahora las compañías que compiten con la empresa china están presionando a Washington para tomar su lugar y tratan de convencer a las autoridades de que Huawei está haciendo algo mal”.
El antiguo funcionario reconoció que le preocupa que tales afirmaciones hayan llegado al punto en que se encuentran sin que existan evidencias sólidas de lo que se dice. “Cada tecnología puede ser hackeada”.
En 2011, el Washington Post obtuvo una presentación titulada Huawei y la seguridad nacional, preparada por Cisco System Inc., gigante del Silicon Valley que compite con la compañía china en la fabricación de equipamiento de redes y otros componentes de telecomunicaciones.
El contenido de la presentación era similar al eventual reporte de la Cámara de Representantes.
“Esto está bien si es saludable y todo el mundo juega limpiamente, según las mismas reglas”, expresó Kantor sobre la competencia entre compañías rivales.
“Pero en este caso el reporte es erróneo. Espero que los funcionarios responsables en el Gobierno de Estados Unidos lo lean, comprendan que el documento no es lo que pretende ser y actúen con madurez para apoyar el libre comercio”.
“Podemos usar las inversiones y las relaciones comerciales para construir bien nuestras relaciones políticas”, sugirió. “Las relaciones comerciales son una forma maravillosa de propiciar el acercamiento de los países, porque ambas partes tienen algo que ganar y algo que perder”.
“Tenemos que estar abiertos al otro en la promoción de nuestros productos y atraer productos e inversiones de otras naciones”, indicó.
Desde que dejó su puesto en el Gobierno, Kantor ha asesorado a compañías estadounidenses que han entrado en mercados de Europa y Asia y cree que Estados Unidos debe convertir sus preocupaciones sobre China en oportunidades.
“Las oportunidades permiten progresar, cooperar, sentarnos y comprender los objetivos y aspiraciones entre unos y otros. Tenemos muchas cosas en común que nos unen. Necesitamos aprovechar eso como los fundamentos sobre los que construir nuestras relaciones”, manifestó Kantor.
“Hay una gran cantidad de inversiones chinas en Estados Unidos. Haier y Lenovo, por ejemplo, han sido muy viables y lo han hecho muy bien”. Críticas como las de la Cámara de Representantes pueden ser costosas para cualquier compañía, individuo o Gobierno, zanjó.
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