Por Yang Ziyan
Pekín, 10/01/2013(El Pueblo en Línea)- El 6 de enero, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas emitió un decreto presidencial para cambiar el uso de “Autoridad Nacional Palestina” por el de “Estado Palestino”.
Según análisis de la prensa palestina, este modo de actuar tiene por objeto implementar la decisión de Naciones Unidas de elevar el estatus de Palestina como “miembro observador” y es “un importante paso para establecer el Estado Palestino con Jerusalén como capital”. Hasta el momento, Israel aún no ha emitido ninguna respuesta.
Algunos especialistas sugieren que el cambio de nombre es una medida inútil y refleja el estado de estancamiento en el que se encuentra actualmente el proceso de paz en Medio Oriente.
Un actor importante capaz de influir en las conversaciones de paz entre palestinos e israelíes es Estados Unidos. Sin embargo, debido a la estrategia estadounidense de desplazo hacia Oriente, el conflicto palestino-israelí ya no es un tema primordial en la diplomacia de ese país. Además, el fracaso de las negociaciones en repetidas oportunidades ha “desalentado” a Washington.
Si antes el foco de la atención en Medio Oriente era el conflicto palestino-israelí, desde el año pasado los disturbios del mundo árabe han llamado la atención del mundo hasta la actualidad. Según algunos expertos, durante el 2013, el conflicto palestino-israelí también quedará relegado al margen.
El 4 de enero, la prensa israelí publicó una nueva investigación sobre las relaciones palestino-israelíes, según la cual la mayoría de los israelíes apoyan el establecimiento del Estado Palestino, debido a que comprenden que Israel sólo conseguirá seguridad definitiva cuando haya paz con los palestinos y con el reconocimiento de la comunidad internacional.
No obstante, la realidad es que la política israelí está dominada por la línea dura que dificulta y pone en peligro las negociaciones de paz.
Una encuesta de la prensa israelí señala que al hablar del acuerdo de paz con los palestinos, el 55% de los israelíes considera que el actual presidente de la ANP, Mahmud Abbas, no es un socio para la paz.
En cuanto a la controvertida cuestión de los asentamientos judíos, las voces a favor y en contra están a la par. El 43,4% de la gente está a favor de continuar su construcción, mientras que el 43,5% se opone.
Una posible resistencia vendrá de Hamás. Los palestinos están divididos en dos facciones, y Hamás ocupa la franja de Gaza. Ambos grupos desean tomar la iniciativa de la construcción del Estado Palestino. Con el conflicto que estalló a finales del año pasado, Hamás deseaba debilitar la ventaja política obtenida por la ANP en el asunto del ingreso en la ONU. Ahora que la ANP cambió el uso de su nombre, se espera que Hamás dé su propio paso.
Analisis del informe de Diálogo Interamericano sobre financiamiento chino en América Latina
Apetito chino
Contacto
Twitter
Facebook
RSS
Imprimir
Favorito
Corregir
e-mail
