NACIONES UNIDAS, 16 abr (Xinhua) -- Con motivo del vigésimo aniversario del genocidio en Ruanda, un enviado chino dijo hoy que contener los conflictos es el medio fundamental para prevenir de manera efectiva el genocidio.
Wang Min, representante permanente asistente de China ante Naciones Unidas, hizo la declaración durante una reunión del Consejo de Seguridad dedicada a conmemorar lo que el enviado describió como "uno de los capítulos más oscuros en la historia de la humanidad".
"Prevenir y contener los conflictos constituye el medio fundamental para prevenir de manera efectiva el genocidio", dijo Wang, e indicó que las contradicciones religiosas y étnicas, el subdesarrollo y una débil capacidad, entre otros problemas, son los factores potenciales que generan tensiones tribales, agravan las contradcciones sociales e incluso conducen al derramamiento de sangre.
Para contener y eliminar las causas de raíz de los conflictos, dijo Wang, es necesario tomar medidas integrales, abordar tanto los síntomas como las causas fundamentales, así como crear un ambiente pacífico que conduzca a la armonía y la unidad nacionales a través de promover un diálogo inclusivo y un proceso de reconciliación nacional.
El enviado chino también hizo un llamado a los gobiernos para que cumplan con sus obligaciones y asuman la responsabilidad primaria de proteger a sus propios civiles.
"Los gobiernos y las partes en conflicto deben apegarse a la ley humanitaria internacional, así como a la Convención de la ONU para la Prevención y el Castigo del Crimen de Genocidio, y no escatimar esfuerzos para proteger a los civiles del genocidio y otros daños", dijo.
Además, Wang señaló que la comunidad internacional debe dar importancia a ayudar a los países interesados para lograr el crecimiento económico y el progeso social con el fin de eliminar las causas económicas y sociales de los conflictos.
"Las agencias internacionales asistenciales financieras y de desarrollo deben incrementar su inversión en Africa y en otros países subdesarrollados, cumplir todos sus compromisos de asistencia y reducción de deuda, ayudar a Africa a reunir los recursos necesarios para lograr un desarrollo integral, fortalecer su desarrollo de capacidades y proporcionar apoyo político, financiero y técnico", dijo.
El genocidio de 1994 en Ruanda se desencadenó después de que el avión del fallecido presidente del país, Juvenal Habyarimana, fue derribado el 6 de abril.
Cerca de un millón de personas murieron, sobre todo tutsis y hutus políticamente moderados, durante 100 días de brutales masacres que comenzaron en Ruanda el 7 de abril de 1994.