Análisis: ¿En verdad se apega Abe a la "Declaración de Murayama"? |
TOKIO, 4 Mar (Xinhua) -- Dicho en forma sincera la mundialmente reconocida "Declaración de Murayama" se ha convertido en un severo examen para el primer ministro japonés, Shinzo Abe, y su gobierno, luego de que el primer ministro en forma creciente recurrió a un juego verbal sobre el punto clave de la actitud japonesa hacia sus errores en tiempos de guerra.
Abe dio otra muestra de sus posiciones políticas derechistas y conservadoras durante un debate el lunes en la cámara alta del parlamento cuando Masayoshi Nataniya, un legislador del Partido Democrático de de Japón, el principal de oposición, pidió a Abe leer palabra por palabra algunas partes subrayadas de la declaración de 1995 por el entonces primer ministro, Tomiichi Murayama.
Las pocas líneas, que resumen la esencia de la declaración, dice "durante un cierto periodo del no tan lejano pasado, Japón, siguiendo una política nacional errónea, avanzó a lo largo de la carretera a la guerra, sólo para entrampar al pueblo japonés en una crisis fatídica, a través de su régimen colonial y agresión, causó tremendo daño y sufrimiento a los pueblos de muchos países, en particular a los de las naciones asiáticas".
Sin embargo, pese a la repetida demanda de Nataniya, Abe sólo eligió la lectura de "Japón causó tremendo daño y sufrimiento a los pueblos de muchos países, en particular a aquellos de naciones asiáticas", mientras que en forma deliberada dejo varias partes, que indican la confesión de gobiernos anteriores y una reflexión de los crímenes en tiempos de guerra de Japón.
La muestra insincera de Abe reveló su verdadera actitud hacia "la Declaración de Murayama". Mientras que en forma renuente admite las consecuencias de la agresión japonesa en tiempos de guerra y el régimen colonial, Abe trató por todos los medios de eludir la responsabilidad japonesa en lanzar las guerras de agresión e incluso evitó la sola mención de palabras como "régimen colonial" y "agresión".
Una percepción correcta de la historia demanda no sólo estar dispuesto a asumir la responsabilidad de lo que uno ha hecho en el pasado, sino también de tener el coraje para mirar las causas profundas de los errores de uno.
Desafortunadamente, Abe carece del coraje y sinceridad para enfrentar la historia y disculparse de las atrocidades japonesas en tiempos bélicos. (Continúa)
"Nadie puede negar la Declaración de Murayama. Se ha convertido en una declaración internacional y una política nacional de Japón", dijo antes el propio Murayama en el Club Nacional de Prensa de Japón.
Analistas destacaron que la histórica declaración ha sido adoptada por todos los primeros ministros desde que la disculpa oficial fue emitida. Pero para la mayoritaria consternación de la comunidad internacional, Abe ha pretendido seguir la declaración mientras que en los hechos trata de suprimir su esencia a través de un juego verbal.
En tanto, algunos políticos japoneses de derecha se preparan para socavar la muy fundamental "Declaración de Kono", la cual admite que el Ejército Imperial de Japón se involucró en forzar a entre 200.000 y 400.000 chicas y mujeres a la esclavitud sexual en los países que ocupaba durante la guerra.
El viceministro de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, Yoshitaka Sakurada, negó el lunes la existencia de la esclavitud sexual o "mujeres de consuelo".
Su declaración se registró luego de la decisión del gobierno japonés de conformar un equipo para reexaminar los testimonios de algunas ex "mujeres de consuelo" de la República de Corea, que formaron las bases de la declaración de 1993.
El secretario jefe del Gabinete nipón, Yoshihide Suga, dijo en una sesión de la cámara baja del parlamento el 28 de febrero que "nos gustaría lanzar un equipo para reexaminar y comprender el telón de fondo", al añadir que "será extremadamente difícil, pero es importante revisar y ver cuál fue la situación".
Las recientes acciones de algunos políticos de derecha recuerdan a la comunidad internacional que las personas en el mundo deben mantener una aguda vigilancia y tratar de ver todas las argucias de Abe y los asociados en sus tentativas de encubrir su historia en tiempos de guerra y empujar a Japón hacia una autopista peligrosa de un retador orden internacional de post-guerra y poner en peligro la paz y la estabilidad en la región.