El ministro del Interior rumano, Radu Stroe, presentó su dimisión hoy jueves, según canales de televisión locales.
Stroe sucumbió a la presión tras quejas por deficiencias en las operaciones de rescate del accidente de aviación de este lunes en el condado occidental de Cluj.
Los medios de comunicación y algunos de los colegas liberales de Stroe exigieron la dimisión del ministro que suscitó la ira de los ciudadanos cuando dijo que lo único que lamentaba es que la tragedia "hubiera ocurrido durante mi tiempo en el puesto".
Dos personas murieron en la noche del lunes cuando el pequeño avión en que viajaban se estrelló en un área montañosa. El avión, un Britten-Norman Islander (BN2), despegó de Bucarest con dos pilotos y cinco efectivos médicos a bordo.
El equipo médico se encontraba de camino hacia la ciudad noroccidental de Oradea para llevar a cabo la extracción quirúrgica de un hígado que posteriormente tenía que ser llevado a Bucarest para un trasplante.
Las siete personas a bordo del avión estaban conscientes tras el accidente, pero uno de los pilotos murió antes de que llegara el equipo de rescate, más de seis horas después del accidente. Una doctora murió más tarde después de que ella y los otros cinco heridos fueran evacuados del lugar del accidente.
El primer ministro rumano, Victor Ponta, dijo el miércoles que "la intervención del lunes fue un fracaso" y criticó al Ministerio del Interior y a otras instituciones relevantes, subrayando que los hechos se habían desarrollado de manera "inaceptablemente" lenta en relación a las operaciones llevadas a cabo tras el accidente.