Una mayor producción, consumo, visibilidad, grado y conocimiento científico sobre la quinua es el legado que deja el Año Internacional de la Quinua 2013, en cuyo acto de cierre, este lunes, participó el director general de la FAO, Graziano Da Silva.
"La promoción de la quinua y nuestros granos andinos es parte importante de la política de seguridad alimentaria y nutricional que el país está trabajando", dijo Heredia, a la par de invocar a desterrar de la alimentación de los niños la comida "chatarra", aludiendo a la cantidad y variedad de granos andinos con alto valor nutricional y para velar por la seguridad alimentaria en el mundo.
"No puedo dejar de hacer una mención especial al apoyo que entregó la Primera Dama de la Nación, Nadine Heredia de Humala, en su calidad de Embajadora Especial de la FAO para la Quinua. Sus múltiples intervenciones internacionales y acciones a favor de elevar la visibilidad de este cultivo han sido un factor de éxito fundamental de las celebraciones de este año", señaló Da Silva.
Resaltó y agradeció al Gobierno del Perú por otorgar tan alta prioridad en su agenda a la quinua, destacando que se trata de una señal más de su compromiso con la erradicación del hambre y la pobreza.
Lo anterior quedó de manifiesto en los positivos índices de seguridad alimentaria del país sudamericano, que le valieron el reconocimiento este año de parte de la FAO por haber cumplido el primer Objetivo de Desarrollo del Milenio, reduciendo a la mitad la proporción de personas que sufren de hambre, dos años antes del plazo de 2015, expresó el funcionario internacional.
Von Hesse destacó que la nueva variedad de quinua, denominada Santa Ana 433/AIQ/FAO, tiene todo el potencial para jugar un rol preponderante en la seguridad alimentaria global, ya que posee cualidades que lo convierten en un cultivo viable y sostenible en países con climas diversos y con un rendimiento seis veces mayor al de la quinua tradicional.
Durante la ceremonia por el cierre del Año Internacional de la Quinua (AIQ), desarrollada en la comunidad campesina de Capachica, en la región sur andina de Puno, se realizó una siembra simbólica de la quinua y la representación de la "Leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo", fundadores de la cultura incaica.
La quinua tiene alto contenido de carbohidratos y almidón, lo que la convierte en un alimento completo y de fácil digestión, además de usarse en tratamientos médicos y en rituales andinos.
De acuerdo a cifras oficiales, en Bolivia se hallan sembradas 169 mil hectáreas de quinua, con una producción anual de 95 mil toneladas. Perú es el segundo productor con 45 mil hectáreas y unas 60 mil toneladas.