La misión de la ONU en la República Democrática del Congo pidió hoy una solución política a la crisis en el país mediante las conversaciones de paz ahora en curso, dos días después de que el grupo rebelde M23 anunció el fin de su insurgencia.
"La Misión de Estabilización de la ONU en la República Democrática del Congo (Monusco, por sus siglas en inglés) ha confirmado que el ejército congoleño ahora tiene completo control de todas las áreas previamente controladas por el movimiento rebelde M23", dijo el portavoz adjunto provisional de la ONU, Farhan Haq, en la sesión informativa diaria.
El líder del M23, Bertran Bisimwa, dijo el martes que aconsejó a sus comandantes deponer las armas como parte del acuerdo de paz que será alcanzado con el gobierno.
El representante especial de la ONU en este país y jefe de la Monusco, Martin Kobler, "dijo que es importante encontrar una solución política mediante la conclusión del proceso de Kampala", dijo Haq. "La misión de la ONU advirtió a los otros grupos armados que no deben aprovechar el vacío actual dejado por la disolución del M23 pues de lo contrario enfrentarán acciones por parte de las tropas de la Monusco con el mandato de proteger a los civiles".
La rendición del grupo armado se produjo luego de que un demoledor ataque llevado a cabo por el ejército respaldado por la ONU lo expulsó de la parte oriental del país. Los insurgentes, quienes en su momento de mayor fuerza ocuparon el centro regional Goma durante 10 días hace un año, pidieron el domingo una tregua, pero el ejército siguió adelante con su ataque.
Los rebeldes han entablado conversaciones intermitentes con el gobierno de la República Democrática del Congo en Kampala, capital de Uganda.