WASHINGTON, 10 sep (Xinhua) -- El presidente estadounidense, Barack Obama, celebró este martes una reunión con su equipo de seguridad para revisar la preparación y la posición de seguridad en vísperas del 12º aniversario de los ataques terroristas del 11-S.
"El equipo de seguridad del presidente está adoptando medidas para prevenir ataques relacionados con el 11-S y para asegurar la protección de los ciudadanos y las instalaciones estadounidenses en el extranjero. El presidente ha reiterado que la protección del pueblo estadounidense, tanto dentro como fuera del país, es la mayor prioridad de seguridad nacional de la administración", señaló la Casa Blanca en un comunicado.
El texto no desvela detalles sobre la reunión de Obama con su equipo de seguridad ni sobre las medidas de seguridad que se han adoptado para prevenir ataques terroristas.
Previamente, se informó que el gobierno de Estados Unidos no había recibido ninguna amenaza terrorista creíble en este aniversario del 11-S.
Lisa Mónaco, asistente de Obama para seguridad nacional y antiterrorismo, ha convocado numerosas reuniones para revisar las medidas de seguridad implementadas para este aniversario, así como otras amenazas globales, incluida la amenaza reciente proveniente de la península arábiga, según el comunicado.
El texto también recuerda que el 11 de septiembre de 2012, cuatro ciudadanos estadounidenses, incluido el embajador de EEUU en Libia, Chris Stevens, fueron asesinados en un ataque terrorista perpetrado por milicianos islamistas contra el consulado estadounidense en la ciudad de Benghazi.
El incidente "nos hizo comprender la realidad de los desafíos a los que nos enfrentamos en el mundo", asevera el comunicado.
"Seguimos firmes en nuestro compromiso de llevar a los perpetradores del ataque de Benghazi ante la justicia y garantizar la seguridad de nuestro valiente personal que sirve en el extranjero", añade el texto.
Casi 3.000 personas perdieron la vida el 11 de septiembre de 2001, cuando miembros de Al Qaeda llevaron a cabo ataques terroristas en Nueva York y Washington con aviones de pasajeros secuestrados en el peor ataque de este tipo en la historia de Estados Unidos.