La oposición de Siria acusó hoy a las fuerzas del presidente Bashar al Assad de matar a 1.193 personas en ataques con armas químicas en los suburbios de Damasco.
El anuncio fue hecho por Badr Jamous, secretario general de la Coalición Nacional Siria, y por George Sabra, presidente del grupo, en una conferencia de prensa en la ciudad turca de Estambul.
Los líderes de la oposición siria indicaron que la cifra de muertos ha estado creciendo porque la operación de rescate continúa en el suburbio de Gouta en Damasco.
Los activistas habían reportado antes 500 muertos como resultado de inhalación de gas tóxico y exposición a armas químicas.
Al presentar algunas fotografías de los muertos en los ataques químicos, los líderes de la oposición siria pidieron al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que convoque a una reunión urgente sobre el incidente.
Los miembros de la oposición siria también subrayaron la importancia de establecer una zona de exclusión aérea y de abrir un corredor humanitario para permitir el paso seguro de civiles.
Sin embargo, el ejército sirio negó el uso de armas químicas en las áreas bajo control rebelde en la zona rural oriental de la capital siria. Indicó que esas acusaciones son parte de una guerra "sucia" mediática contra Siria.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria dijo que las acusaciones de la oposición son una "mentira" absoluta y reiteró que "aun si tuviéramos esas armas, nunca las usaríamos".
Por otra parte, el ministro de Información, Omran al Zoubi, dijo que los rebeldes recurren a acusar al ejército sirio sobre el uso de armas químicas contra los rebeldes por su "depresión" ante el gran avance de las fuerzas gubernamentales.
La acusación hecha por la oposición ocurre cuando una misión de la ONU investiga el posible uso de armas químicas en el conflicto sirio. La investigación fue solicitada por el gobierno sirio, el cual acusó a los rebeldes respaldados por Occidente de usar agente sarín en la localidad septentrional de Khan al Asal.