La Federación de Educadores del Paraguay (FEP) confirmó este miércoles en asamblea la continuidad de la huelga iniciada el 29 de julio en reclamo de una ley de jubilación.
"No vamos a retroceder, vamos a seguir con esto hasta que consigamos reivindicaciones justas para los maestros", dijo el presidente de la FEP, Carlos Parodi, según informaciones procedentes de Asunción, la capital paraguaya.
La medida de paro que aplican unos 40.000 docentes afiliados a la FEP afecta a unos 800.000 escolares y fue declarada ilegal en una sentencia de primera instancia de la justicia laboral.
En opinión de Parodi, los "únicos responsables" de que los alumnos continúen sin clases son la ministra de Educación, Marta Lafuente, y el ministro de Hacienda, Germán Rojas, quienes asumieron el jueves junto al nuevo gobierno del presidente Horacio Cartes.
"A estas personas no les interesa la educación", acusó el sindicalista en declaraciones que recogen medios asunceños.
Para el ministro Rojas, "todos los problemas tienen solución" y "la viabilidad se apoyaría con un mejor aporte del sector (docente)", aludiendo a que deberían volver a dar clases para facilitar la negociación.
"Vamos a seguir madurando las ideas para seguir buscando las soluciones", aseguró.
El asesor jurídico del ministerio de Educación, Nelson López, defendió la declaración de ilegalidad de la huelga al afirmar que "el derecho a la educación es un servicio básico de carácter imprescindible".
"No podía desatenderse a los efectos de que los trabajadores se declaran en huelga y dejen de cumplir su obligación", comentó a radio Cardinal de Asunción.
La declaración de ilegalidad, que recurrieron los docentes en un tribunal de apelaciones, permite a las autoridades sancionar a los huelguistas.