NACIONES UNIDAS, 25 jul (Xinhua) -- El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, exigió el jueves a todas las partes en Egipto que "actúen con la máxima prudencia" y pidió a "las autoridades interinas que aseguren la ley y el orden y que garanticen la seguridad de todos los egipcios".
"El secretario general está siguiendo de cerca, y con creciente preocupación, los acontecimientos en Egipto", indicó un comunicado emitido en la sede de las Naciones Unidas por el portavoz de Ban.
"El secretario general urge una vez más a todas las partes a actuar con la máxima prudencia", señala el comunicado. "Apoya el derecho de todos los egipcios de manifestarse pacíficamente".
El comunicado de Ban se publica en un momento en que las tensiones están escalando de nuevo en Egipto en vísperas de las manifestaciones rivales de seguidores del derrocado presidente Morsi y el ejército el viernes.
"El secretario general renueva su demanda de un diálogo nacional significativo y un proceso de reconciliación inclusivo", añade el comunicado. "El objetivo debe ser trazar un camino pacífico hacia el retorno a un control civil completo, el orden constitucional y la gobernancia democrática".
"Mohammed Morsi y los líderes de la Hermandad Musulmana detenidos deben ser liberados o sus casos deben ser revisados con transparencia sin demora", dice el comunicado.
Los nuevos líderes egipcios continúan con su plan de transición para un gobierno interino y nuevas elecciones, pero la Hermandad Musulmana, de la que Morsi es miembro, insiste desafiante en su rehabilitación.
También el jueves, las fuerzas armadas egipcias dieron un ultimátum de 48 horas a los islamistas para unirse a las filas nacionales, informó la agencia de noticias estatal MENA.
En un comunicado titulado "la última oportunidad", el ejército dijo que adoptaría una nueva estrategia para lidiar con el "terrorismo negro" tras el fin de una manifestación en apoyo del ejército prevista para este viernes.
"Aquellos que no vieron a las multitudes el 30 de junio y el 3 de julio, las verán el viernes", señala el comunicado, haciendo referencia a la protesta del 30 de junio que desencadenó el derrocamiento del presidente Morsi.
"Lo que tuvo lugar el 30 de junio fue un alzamiento popular, no un golpe militar", defendió el ejército, y añadió que las fuerzas armadas y el Ministerio del Interior no permitirán que nadie obstruya la paz, la seguridad y la estabilidad del país.