Por Abdul Haleem
KABUL, 13 mar (Xinhua) -- Una brecha ha aparecido en las hasta hace poco sólidas relaciones entre Estados Unidos y Afganistán después de que el presidente afgano Hamid Karzai acusara a Estados Unidos de celebrar negociaciones secretas con los talibanes fuera de Afganistán, una afirmación que Washington ha rechazado con firmeza.
El pasado domingo, el presidente Karzai aseguró rotundamente que líderes talibanes estaban llevando a cabo negociaciones con funcionarios estadounidenses en países de Europa y del Golfo "todos los días". El presidente indicó que la información le había llegado de mano de extranjeros y talibanes patrióticos.
El asediado líder afgano también arremetió contra los ataques suicidas vinculados a los talibanes, diciendo que este tipo de ataques sólo conseguían justificar la presencia continuada de tropas extranjeras en Afganistán.
En su emotivo discurso del domingo, Karzai dijo que, al llevar a cabo ataques suicidas como los que se cobraron más de una docena de vidas en las provincias de Kabul y Khost el pasado sábado, los talibanes "en realidad están ayudando a las tropas extranjeras a justificar su presencia en Afganistán".
Los comentarios de Karzai se produjeron en el marco de la visita a Afganistán del recientemente investido secretario de Defensa estadounidense Chuck Hagel. Hagel se encontraba en Kabul para obtener información de primera mano sobre la situación de seguridad en el país.
El nuevo secretario de Defensa, quien se reunió con Karzai horas después de que éste pronunciara esas contradictorias declaraciones desde su palacio fortificado, ha rechazado las acusaciones y ha señalado que Estados Unidos ha estado apoyando las conversaciones de paz lideradas por Afganistán.
El comandante estadounidense de las fuerzas de más de 100.000 efectivos, encabezadas por la OTAN en Afganistán, el general Joseph Dunford, también ha rechazado las alegaciones de Karzai.
La administración de Karzai se ha estado esforzando por llevar a la mesa de negociaciones a los talibanes y por devolverlos a la vida política normal del país antes de la salida de las tropas de la OTAN de Afganistán el próximo 2014, pero todos los intentos han sido en vano.
No obstante, se ha informado de que algunos líderes talibanes se reunieron en secreto con funcionarios estadounidenses en Qatar.
El pasado mes de febrero, Karzai acusó a tropas estadounidenses desplegadas en la provincia central de Wardak de molestar a los habitantes locales y ordenó su salida de la provincia en dos semanas. La fecha límite se cumplió la semana pasada, pero las tropas estadounidenses continúan en la provincia.
Las acusaciones de Karzai y el rechazo de los funcionarios estadounidenses, según los observadores políticos afganos, podrían dañar las relaciones bilaterales entre ambos países e incluso aislar a Afganistán.
"El antagonismo con la comunidad internacional, y sobre todo con Estados Unidos, no ayudaría a los intereses de Afganistán y, en su lugar, beneficiaría a la oposición armada", dijo a Xinhua el profesor de la Universidad de Kabul y analista político Faizullah Jalal.
El comportamiento ambiguo de Karzai, según el cual puede describir como hermanos a los talibanes un día y, al día siguiente, denunciarlos como sirvientes de Estados Unidos, podría dañar aún más la credibilidad del presidente en los ojos de los afganos y en la comunidad internacional, indicó Jalal.
Mir Ahmad Juinda, otro analista político y ex parlamentario, dijo que "la confrontación de Karzai con la comunidad internacional marginalizará a Afganistán".
Wahid Mujda, un antiguo funcionario talibán convertido en analista político, opinó que la reticencia de Estados Unidos a replegar sus tropas de la provincia central de Wardak y de devolver la prisión de Bagram al gobierno afgano obviamente ha enfurecido al presidente Karzai.
"Al ignorar la orden del presidente de replegar las tropas de Wardak y de devolver la prisión de Bagram a la autoridad afgana, se ha provocado el enfado del presidente y se le ha motivado a acusar a Estados Unidos de no respetar la soberanía afgana", dijo Mujda a Xinhua.
La prisión de Bagram, donde están detenidos más de 2.000 personas sospechosas de ser operativos talibanes o pertenecientes a Al Qaeda, debería haber sido devuelta formalmente a Afganistán el sábado pasado durante la visita de Hagel al país, pero el acto fue cancelado.
El presidente Karzai ha anunciado que liberará a todos los detenidos de la prisión de Bagram que hayan demostrado su inocencia una vez se haya devuelto la cárcel formalmente a la autoridad afgana.
Mujda indicó que la tensión entre Kabul y Washington en esta etapa crucial, cuando Afganistán se está preparando para las elecciones generales de 2014, así como para la retirada de las tropas lideradas por la OTAN ese mismo año, tiene un impacto negativo sobre la administración de Karzai y sobre la estabilidad del país.