(SPANISH.CHINA.ORG.CN) – Bajo el estado de emergencia se encuentran desde la noche de este domingo las ciudades de Port Said, Suez e Ismailia, por orden del presidente egipcio, Mohamed Mursi, a raíz de los sangrientos enfrentamientos registrados entre grupos de diferentes tendencias religiosas y fuerzas del orden en las últimas 72 horas, en las que han muerto 49 personas y alrededor de un millar han sido detenidas.
En una alocución urgente trasmitida por la televisión estatal, Mursi recordó que aunque siempre ha dicho que está “en contra de cualquier medida excepcional, también dije que podría recurrir a ellas si me viera obligado a hacerlo para detener el derramamiento de sangre y proteger a las personas”.
La regulación estará vigente durante los próximos 30 días, desde las 9 de la noche hasta las 6 de la mañana, precisó el mandatario, que agradeció a las fuerzas del orden “sus esfuerzos para proteger el país”.
En Port Said, a unos 200 kilómetros al noreste de El Cairo, se han registrado hasta el momento los choques más violentos tras conocerse la sentencia a muerte dictada por un tribunal contra 21 acusados de ser los responsables de la matanza de 74 aficionados de un equipo visitante en un partido de fútbol disputado en el estadio local contra el once de esa ciudad.
Los disturbios del sábado dejaron un total de 37 muertos y más de 450 heridos, mientras otras siete personas fallecieron el domingo en el funeral de los primeros, cuando el cortejo fúnebre fue atacado por desconocidos armados.
“He dado instrucciones a los funcionarios del Ministerio del Interior para que traten con firmeza a quien amenace a personas e instituciones públicas y privadas. Todo el mundo debe ser consciente de que las instituciones de Egipto son capaces de defender el país de cualquier amenaza”, alertó Mursi.
Advirtió que no le temblará el pulso para adoptar decisiones adicionales si la violencia no cesa. “Si lo tengo que hacer, lo haré por el bien de Egipto. Es mi deber y no dudaré”.
Los disturbios, añadió el primer presidente egipcio tras la caída del régimen de Hosni Mubarak, hace exactamente dos años, son el “desagradable rostro de la contrarrevolución” urdida por nostálgicos del régimen derrocado. “Manos criminales están dañando la nación”.
El “rais” llamó a todas las fuerzas políticas a iniciar este lunes un diálogo para salvar la actual coyuntura. Esa, dijo, es la única alternativa. “No hay marcha atrás para la libertad y la democracia, el imperio de la ley y la justicia social”.
Mientras tanto, la oposición no islamista -reunida en el Frente de Salvación Nacional que lidera el premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei- continúa con las protestas iniciadas en noviembre pasado y exige la retirada de la Carta Magna, la formación de un Gobierno de unidad nacional y el inicio de un diálogo sin condiciones previas.