A pesar de la creciente presión diplomática de varias naciones, Israel continúa planeando la construcción de asentamientos como un medio de castigo a la autoridad palestina después de que lograra elevar su estatus en la Organización de las Naciones Unidas.
Tras el éxito de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en la ONU, el gabinete de Israel anunció el viernes la construcción de 3.000 viviendas más en Cisjordania, Jerusalén Oriental y en el controvertido bloque E1 de terrenos que las conecta, lo que impediría una continuación territorial para un futuro Estado palestino.
Estados Unidos y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, junto con otras naciones del mundo, criticaron la acción israelí por considerarla un golpe al proceso de paz entre Israel y palestinos.
Los embajadores de Israel fueron citados el lunes en Reino Unido, Francia y Suecia para que aclararan la situación.
No obstante, eso no impidió que el Ministerio del Interior de Israel anunciara el lunes que está trabajando para acelerar los procedimientos en la construcción de 1.700 nuevas viviendas en el vecindario de Ramat Shlomo en Jerusalén.
Hoy la presión diplomática de otras naciones continúa incrementándose y Australia, Brasil y Egipto citaron a los embajadores israelíes por la planeada expansión de asentamientos.
Israel también está bajo presión por otra acción punitiva anunciada el domingo de retención de 100 millones de dólares en impuestos que recauda para la Autoridad Nacional Palestina.