Por Omar Mendoza
SANTIAGO, 12 abr (Xinhua) -- La propuesta de ley de reducir a la mitad el sueldo de diputados y senadores en Chile ha generado un debate legislativo sobre la desigualdad en los ingresos de los chilenos, aunque es una discusión "populista" y un "show", aseveró el diputado derechista de la Unión Demócrata Independiente, Felipe Ward.
Es lógico, no obstante, que se vea como algo "positivo" desde el punto de vista "ético" bajar 50 por ciento el salario de cada uno de los 120 diputados y 38 senadores, expuso el legislador en la sede del Congreso Nacional de Chile en la ciudad de Santiago.
La iniciativa de ley fue presentada el pasado 9 de abril por el legislador independiente Gabriel Boric y el miembro de Revolución Democrática (RD) Giorgio Jackson, ambos ex dirigentes estudiantiles que participaron entre 2011 y 2013 en las protestas contra el lucro en la educación y a favor de una reforma del sector.
El sueldo mensual promedio de cada legislador es de 8,454 millones de pesos chilenos (unos 16.900 dólares), frente a los 210.000 pesos (unos 420 dólares) de quienes ganan el salario mínimo.
A este monto hay que agregar las asignaciones en efectivo que reciben para realizar sus actividades fuera de las instalaciones del Congreso, lo que convierte a sus percepciones entre las más altas de América Latina, superando, por ejemplo, a sus colegas argentinos que reciben 5.000 dólares y a los bolivianos que perciben 2.600.
En términos netos, sus ingresos mensuales superan los 17,192 millones de pesos (unos 34.000 dólares) en el caso de los senadores y 13,071 millones de pesos (unos 26.000 dólares) en el caso de los diputados.
El ingreso de cada uno de ellos equivale a 40,5 veces al salario mínimo de los trabajadores chilenos, además de que sus percepciones han aumentado 245 por ciento en los últimos 13 años, mientras que el salario mínimo en general apenas ha crecido 42 por ciento desde el 2003.
Estas asignaciones en efectivo se utilizan para cubrir "gastos operacionales" como arrendamiento de oficinas, teléfono fijo, celulares, alojamiento en hoteles, alimentación, gastos de auto y pago de investigaciones, ente otros.
El proyecto de ley no ha tenido hasta ahora el apoyo del gobierno, lo cual es fundamental para que pueda convertirse en ley, y tampoco hay señales en ambas cámaras para su aprobación.
El actual Artículo 62 de la Carta Magna señala que "diputados y senadores percibirán como única renta una dieta equivalente a la remuneración de un ministro de Estado, incluidas todas las asignaciones que a éstos correspondan".
La propuesta argumenta que "la regulación de la remuneración de un solo cargo público en la Constitución (ni la presidenta, ni los ministros, ni los jueces, ni ningún otro servidor público lo tiene) genera una especie de estamento diferenciado, lo que es contrario al principio de igualdad en la ley".
"Es necesario mejorar los controles, hacer transparente la totalidad de los gastos asociados al ejercicio del cargo de diputados y senadores, y controlar la contratación de personas relacionadas", añade.
El diputado del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Patricio Vallespín, comentó que la propuesta de Jackson y Boric se hizo para "posicionarse en el electorado, pero ahora verán que las cosas no son como ellos creen".
Agregó que "uno tiene gastos altos, y con 5,2 millones de pesos (unos 9.464 dólares) que quedan para nuestro bolsillo, no alcanza", por lo que es poco probable que la mayoría de los legisladores apruebe una propuesta que los afecte económicamente.
En 2002, el sueldo de cada congresista era de casi 2,5 millones de pesos (unos 4.900 dólares), mientras que ese mismo año el sueldo mínimo era de alrededor de 145.000 pesos (unos 170 dólares).
En 2003, una reforma a los sueldos de servidores públicos permitió que la remuneración de legisladores aumentara a 6,334 millones de pesos (unos 12.660 dólares).