SANTIAGO, 2 abr (Xinhua) -- La presidenta chilena Michelle Bachelet dijo hoy que se inició una evaluación de los daños provocados por el terremoto de 8,2 grados Richter que se registró el martes en la región de Tarapacá, en el norte de Chile, y que causó la muerte de seis personas.
La jefa de Estado, quien visita la zona afectada, identificó a los pescadores y pobladores con casas dañadas como los más golpeados por el sismo.
"Un problema particular que han vivido con mucha fuerza en la región es que algunas caletas (aparcadero de pescadores artesanales) han sido particularmente dañadas, como Guardiamarina Riquelme, Cavancha y Camarones.
"Sabemos que muchos pescadores perdieron sus embarcaciones y, por lo tanto, sus fuentes de ingreso", dijo Bachelet a periodistas.
La mandataria agregó que "hemos instruido al ministro de Economía y al subsecretario de Pesca para que tomen las medidas, junto a otras preventivas (...) algunos proyectos de ley para apoyar aquellas iniciativas que les permitan, a la brevedad, retomar su fuente de ingreso".
El terremoto que causó la muerte de seis personas, tres de ellas por infarto, otras dos por aplastamiento y una por caída, generó un tsunami con olas de dos metros, que si bien no causaron problemas en el borde costero sí generaron daños en embarcaciones.
El tsunami derivó en la evacuación de un millón de personas del extenso borde costero del país.
La jefa de Estado también informó sobre el inicio de un diagnóstico de las viviendas y otras infraestructuras de la zona afectada, para garantizar un regreso seguro de los habitantes.
"Se han comenzado los diagnósticos de daño para asegurar que podamos garantizar un regreso a las casas de forma segura y que, al volver a clases, sepamos que los colegios y liceos están en buenas condiciones", manifestó.
"En la tarde llega un equipo del Ministerio de Vivienda con técnicos especializados para apoyar en esta tarea, y seguiremos sumando expertos de ser necesario", agregó Bachelet.
Se estiman las viviendas afectadas en cerca de un millar. En tanto, el hospital de Iquique resultó con el 30 por ciento de su capacidad dañada.
El gobierno decretó la región afectada como Zona de Catástrofe.