LA HABANA, 6 mar (Xinhua) -- El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, rechazó hoy en esta capital las posturas de injerencia e intromisión en asuntos internos de Venezuela y Ucrania, así como los supuestos intentos de desestabilización y derrocamiento violento de los gobiernos de Caracas y Kiev.
En conferencia de prensa en la sede de la cancillería, Rodríguez expresó una "enérgica" condena a las resoluciones (sobre Venezuela) aprobadas por el Senado y la Cámara de los Estados Unidos y a los "intentos de injerencia" de la Organización de Estados Americanos (OEA) en esa nación sudamericana.
El presidente venezolano Nicolás Maduro anunció el miércoles la decisión de romper relaciones políticas y comerciales con el gobierno de Panamá, al que acusó de propiciar una intervención extranjera por haber propuesto que la OEA mediara para poner fin a la violencia en Venezuela, que ha provocado 18 muertos y numerosos heridos.
La propuesta de Panamá fue respaldada por Washington, al resaltar que la OEA tiene "un rol fundamental en manejar este importante asunto de preocupación regional".
"Venezuela tiene derecho a defender su independencia y su soberanía", subrayó Rodríguez, y reiteró la invariable y plena solidaridad de Cuba con esa nación suramericana.
En el caso de Ucrania, el canciller señaló que Cuba rechaza "la hipocresía, el doble rasero y la agresividad" del discurso de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
"No puede aceptarse el derrocamiento de forma violenta de un gobierno constitucional al precio de decenas de muertos y heridos mediante una intervención de Estados Unidos y algunos aliados de la OTAN, enfatizó.
Rodríguez consideró que el intento de extender la OTAN hasta las fronteras de Rusia es una violación flagrante del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas y una amenaza a la paz, la seguridad y la estabilidad internacionales.
"La historia exigirá responsabilidad a Estados Unidos y sus aliados por las consecuencias de esa doctrina militar cada vez más ofensiva fuera de las fronteras del Atlántico Norte que amenaza a la soberanía e independencia de todos los Estados sin excepción", concluyó.