QUITO, 23 dic (Xinhua) -- El presidente de Ecuador, Rafael Correa, juzgó hoy "gravísimas" las revelaciones del diario estadunidense "The Washington Post" sobre el papel de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en un ataque militar colombiano a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en suelo ecuatoriano en 2008.
"Washington Post: en ataque de Angostura participó CIA con conocimiento del Gobierno de USA. (Estados Unidos). Gravísimo!", escribió el mandatario de izquierda en su cuenta de Twitter.
Correa se preguntó si esas "revelaciones", además de otros hechos recientes, como el anuncio de la salida de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), de Ecuador, "serán casualidad".
O por el contrario, planteó, "se busca afectar las relaciones (de Ecuador) con Estados Unidos y Colombia, y sobre todo, el proceso de paz" que lleva adelante el gobierno del presidente colombiano Juan Manuel Santos con las FARC.
"A estas alturas, ya no creo en casualidades. La extrema derecha colombiana e internacional es capaz de todo", afirmó el presidente ecuatoriano.
El domingo último, el diario publicó una investigación que reveló que en el bombardeo ocurrido el 1 de marzo de 2008 contra un campamento de las FARC en la localidad de Angostura, en la provincia fronteriza ecuatoriana de Sucumbíos, colaboraron la CIA y la Agencia Nacional de Seguridad (NSA).
La colaboración se dio a través de un programa secreto que contó con "presupuesto multimillonario", según el rotativo.
Asimismo, indicó que Washington proporcionó a Colombia equipo para sistema de posicionamiento global (GPS), que puede ser usado para transformar municiones normales en "bombas inteligentes" capaces de dar en el blanco con exactitud en objetivos específicos.
El reporte se basó en entrevistas a más de 30 ex funcionarios y actuales autoridades de Estados Unidos y de Colombia, cuya identidad se mantiene en el anonimato.
En el ataque militar colombiano murieron el entonces portavoz internacional y número dos de las FARC, "Raúl Reyes", y otras 25 personas, entre ellas cuatro estudiantes universitarios mexicanos y un ecuatoriano.
La operación se registró durante el gobierno colombiano del presidente Alvaro Uribe, en el que el actual mandatario, Juan Manuel Santos, era ministro de Defensa. El suceso fue rechazado por el gobierno de Ecuador, que consideró la acción como una violación a su soberanía, ya que se ejecutó sin previo aviso ni autorización.
Quito decidió romper relaciones diplomáticas con Colombia, las cuales se reanudaron luego de casi tres años, en noviembre de 2010, por decisión de los presidentes Santos y Correa.
El pleno restablecimiento de las relaciones fue anunciada entonces al término de una reunión bilateral que sostuvieron ambos en Georgetown, la capital de Guyana, donde se celebró una cumbre de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).