SANTO DOMINGO, 27 nov (Xinhua) -- El presidente de Haití, Michel Martelly, se manifestó hoy "profundamente afectado" por la muerte de por lo menos 30 haitianos indocumentados que perecieron el lunes en un naufragio en las costas de las Bahamas.
Al presentar sus condolencias a los familiares de las víctimas, Martelly expresó su tristeza por la desaparición de sus compatriotas y aprovechó la oportunidad para desalentar a los ciudadanos de su país a adentrarse en alta mar a bordo de embarcaciones improvisadas.
"El Presidente de la República reitera su compromiso de mantener al país en un entorno estable que favorezca la inversión y la creación de empleo con el fin de acortar estas prácticas peligrosas", señaló el gobierno haitiano en un comunicado.
Treinta inmigrantes ilegales haitianos murieron en el hundimiento de su barco frente a las costas de Staniel Cay, en las Bahamas, según reportes de la Guardia Costera de Estados Unidos.
Otras 110 personas que se encontraban a bordo de la embarcación fueron rescatadas por los guardacostas estadunidenses y por efectivos de las Fuerzas de Defensa de las Bahamas, ubicado al norte de Cuba, Haití y República Dominicana.
Según un comunicado de la Guardia Costera, los sobrevivientes fueron encontrados aferrados al casco de un velero de 12 metros que fue avistado la noche del lunes a 28 kilómetros al suroeste de Staniel Cay.
El Nouvelliste, el principal periódico de Haití, desplegó hoy como historia principal la información de la tragedia, y otros medios haitianos destacaron que en los últimos meses varios naufragios han sido reportados por la Guardia Costera de Estados Unidos.
"Las autoridades haitianas informan de un aumento en los viajes clandestinos en algunas regiones, incluyendo en noroeste" (del país), dijo por su lado la emisora haitiana Metropole, desde donde los inmigrantes parten clandestinamente a las Bahamas y a Miami.
El director de la Oficina Nacional de Migración (ONM) de Haití, Lolo Stern, dijo hoy que su oficina recibe regularmente a los refugiados rescatados en el mar y repatriados por la Guardia Costera de Estados Unidos.
"Entre 100 y 150 personas se reunieron en el mar cada mes, mientras que cientos veces son expulsados de la República Dominicana", dijo el funcionario a la prensa local.
Los viajes de inmigrantes ilegales haitianos son comunes a través del mar Caribe, aguas que utilizan para tratar de llegar a otras islas de la región, sobre todo a Puerto Rico, al este de República Dominicana, y a las costas de Estados Unidos.
A fines de agosto pasado, el presidente Martelly dejó el país con destino a Estados Unidos, donde pasó unos días con su familia antes de viajar con ella a las Bahamas para asistir a la fiesta del cumpleaños del primer ministro bahameño, Perry Christie.
El gobernante aprovechó su visita a Christie para conversar con éste sobre la situación de los cientos de inmigrantes provenientes de Haití que residen de manera ilegal.
Ese mes, más de un centenar de haitianos ilegales fueron interceptados en aguas de ese archipiélago perteneciente a la Mancomunidad Británica de Naciones, donde 1.550 inmigrantes procedentes de Haití han sido detenidos a lo largo del 2013, según autoridades locales.
El Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) denunció este año que personas que huyen de sus países y que necesitan protección internacional están siendo interceptadas en aguas del mar Caribe y deportadas a sus países de origen.
El organismo dijo que la situación obliga a países caribeños a no deportar a refugiados haitianos y cubanos sin establecer su situación, y a examinar a las personas detenidas en altamar para determinar si tienen temor de ser perseguidos u otros problemas de seguridad antes de ser devueltos a sus naciones.