BRASILIA, 28 ago (Xinhua) -- El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo, dijo hoy que su país sólo apoyará una intervención armada externa en Siria si se realiza al abrigo de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU).
"La posición del gobierno brasileño es considerar que una intervención armada, si no es hecha al abrigo del CS de la ONU, siempre la consideraremos una violación del derecho internacional y de la carta de la ONU", afirmó.
En su primera rueda de prensa tras asumir el cargo, Figueiredo señaló que otro tipo de intervención que no tenga el apoyo de la comunidad internacional es ilegal.
La semana pasada, un ataque con fuertes indicios del uso de armas químicas en Al Ghouta, en la periferia de Damasco, resultó en la muerte de por lo menos 100 personas.
Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad -Estados Unidos, China, Reino Unido, Francia y Rusia- se reunieron este miércoles para discutir un proyecto de resolución sobre Siria elaborado por Londres, que contempla una respuesta militar por el uso de armas químicas
Figueiredo apuntó que el CS está examinando la materia, por lo que pidió esperar una resolución para poder hablar con más precisión.
"El uso de la fuerza en las relaciones internacionales es el último recurso. El indicio de uso de armas químicas es intolerable, eso no es aceptable. Hay una comisión de la ONU allá investigando, aún no hay resultados. Por lo tanto, determinar qué fue usado y quién lo usó, preferimos esperar que la ONU lo determine", señaló.
"Ellos están allá como un grupo imparcial de verificación de los hechos, entonces vamos a esperar eso", agregó.
Desde marzo de 2011, cuando comenzó el conflicto armado entre grupos rebeldes y fuerzas del gobierno de Bashar Al Assad, murieron en Siria más de 100.000 personas, y cerca de 7 millones se encuentran en situación humanitaria de emergencia, de acuerdo con la ONU.
Figueiredo asumió este miércoles el cargo de ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, en reemplazo de Antonio Patriota, quien cayó como consecuencia de la crisis provocada por la salida no autorizada del senador boliviano Roger Pinto Molina, quien se encontraba asilado en la embajada brasileña en La Paz.
El nuevo canciller actuaba como representante de Brasil ante las Naciones Unidas, cargo que será ocupado por el propio Patriota.