El gobierno argentino reportó hoy avances en el plan de desarme civil, mediante el cual se han recuperado a la fecha más de 147.000 armas y un millón de municiones, según informó el Ministerio de Justicia.
La cartera, por medio del Registro Nacional de Armas (Renar), sacó de circulación un total de 765 armas en la provincia de Santa Fe durante el mes de julio, a través de los puestos móviles del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego.
Los puestos visitaron las localidades de Venado Tuerto, Villa Gobernador Gálvez, Granadero Baigorria, Rosario, Santa Fe, Rafaela y Vera.
El plan de desarme, vigente desde julio del 2007, consiste en la entrega voluntaria y anónima de armas a cambio de un incentivo económico que varía entre los 200 y 600 pesos (37 a 109 dólares), con el objetivo de reducir el circulante de armas en manos de civiles.
"En el momento de la entrega se toma el número de serie del arma, tipo y calibre, con el fin de cotejar estos datos con el registro existente. Las armas con procesos judiciales pendientes se separan y quedan sujetas al proceso administrativo correspondiente", explicó el Renar.
Una vez entregadas, las armas son inmediatamente inutilizadas para ser destruidas en un acto público y el material resultante de la destrucción se funde y se dona a la Fundación del Hospital Garrahan.
A nivel nacional ya se recuperaron a través del plan más de 147 mil armas y más de 1 millón de municiones, de las cuales el Estado ya destruyó, en forma definitiva, 135.443 armas.
La política de destrucción tiene como objetivo la eliminación total del arma de fuego y la imposibilidad de que la misma vuelva pueda ser utilizada ante situaciones conflictivas y violentas.
"El método de destrucción de armas utilizado por Argentina es pionero en la región y recibió elogios del Mercado Común del Sur (Mercosur)", destacó el Renar.