El Supremo Tribunal Federal de Brasil suspendió el lunes de forma cautelar la nueva ley del petróleo que propone un cambio en la distribución de las regalías generadas por la extracción de crudo, informaron fuentes oficiales.
La ley, que ha generado una fuerte polémica en el país, fue aprobada por el Congreso hace dos semanas y establece que las regalías serán repartidas de forma equitativa entre los 27 estados de Brasil, con lo que se reducen los beneficios adicionales que recibían hasta ahora las regiones productoras, en especial Río de Janeiro y Espíritu Santo, ambos en el litoral sureste del país.
Los gobernadores de ambas regiones presentaron un recurso al Supremo al considerar que la nueva ley es "inconstitucional" y pone en "riesgo" su financiación, alegando que en las cuencas marítimas de esos estados reposa el 80 por ciento de las reservas probadas de crudo del país, concentradas en el llamado "presal", situado en aguas profundas del Océano Atlántico.
La magistrada Carmen Lucia Antunes, encargada de analizar el caso, concedió la suspensión cautelar de los principales artículos de la ley hasta que el pleno del Supremo lo juzgue, apuntando los "riesgos objetivamente demostrados" que plantea la ley y la dificultad de volver atrás si esta comienza a aplicarse.
El reparto de beneficios generó un pulso político entre el gobierno y el Congreso, que consiguió imponer el reparto equitativo puesto que la Constitución da la prerrogativa al legislativo en una cuestión de esta naturaleza.
La aprobación en el Congreso hizo cundir el pánico en los estados productores a causa del dinero que dejarán de recibir. Así, el gobierno regional de Río de Janeiro divulgó que la nueva ley le causará a ese estado la pérdida de 3.400 millones de reales anuales (unos 1.600 millones de dólares) a partir de este mismo año.