El presidente del Senado de Chile, el parlamentario socialista Camilo Escalona, planteó hoy la necesidad que el Estado vuelva a tener el control de las empresas sanitarias, tras la serie de inconvenientes con el sumnistro de agua potable que han afectado a millones de usuarios en Santiago.
"La experiencia es clara. Hay servicios esenciales que deben ser dirigidos por el Estado, en su condición de representante del interés general de la nación", dijo Escalona.
Para el líder de la oposición "no se trata de propiciar una propiedad exclusivamente estatal, también es valida para el propósito planteado una propiedad mixta, en que el rol del Estado sea preponderante y tenga la calidad de socio controlador".
Desde el mes pasado sucesivos cortes masivos en el suministro de agua potable han afectado al menos a tres millones de habitantes de la capital chilena, en incidentes que han sido atribuidos a deslizamientos de material en la precordillera, lo cual ha incidido en el proceso de purificación del agua.
La crisis se ha acentuado luego que tras el retorno del servicio se produjeran masivas roturas de conductos, los que generaron nuevos cortes.
Organizaciones comunitarias y alcaldes de comunas (distritos) populares han denunciado falta de mantenimiento en el sistema como la causa de los sucesivos cortes.
En Chile el agua potable es controlado por empresas privadas. En la capital el servicio está a cargo de la empresa Aguas Andinas, la mayor firma de agua potable del país, controlada por la española Aguas de Barcelona.
Destacó que una normativa para devolver al Estado el control del agua potable se requiere una ley orgánica constitucional, la que se conseguiría con una mayoría parlamentaria que a su juicio es casi imposible bajo la actual composición del Congreso, por lo que será un planteamiento de cara a las elecciones de noviembre próximo.
En contraste el gobierno chileno de Sebastián Piñera ha planteado la posibilidad que los usuarios obtengan compensaciones de la compañía por las fallas en el suministro.